Buenas noticias para los solicitantes de asilo en Estados Unidos: el tiempo de espera para requerir el permiso de trabajo se ha reducido de 365 a 150 días.
La decisión, tomada por un juez federal, da al traste con las políticas implementadas por la administración Trump, con el objetivo de frenar los pedidos de refugio en la Unión Americana.
Sin embargo, esa no es la única resolución que contraría los planes de la actual Casa Blanca, en materia migratoria.
El dictamen de otro magistrado echó por tierra la orden impartida por Chad Wolf, secretario interino de Seguridad Nacional.
Ese jurista consideró que, al ser un suplente, Wolf no tiene las facultades para impedir que se concedan nuevos permisos a aquellos inmigrantes que intenten beneficiarse con la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés).
El juez agregó que el funcionario tampoco puede reducir la vigencia de los permisos de dos años a tan sólo uno.
DACA es un programa que se echó a andar durante el mandato del ex presidente Barac Obama. El plan protege de la deportación y garantiza derechos como el acceso al trabajo o a la educación a miles de jóvenes indocumentados, que llegaron a Estados Unidos siendo niños, en compañía de sus padres inmigrantes.