Una centenar de personas enfurecidas iniciaron una revuelta en Lancaster, Pensilvania, tras el asesinato, a manos de un policía, de un hombre que lo persiguió con un cuchillo.
Un vídeo del centro de la ciudad mostró a los manifestantes rompiendo ventanas de negocios, la estación de policía y la oficina de correos, además de iniciar focos de incendio.
La multitud ignoró las advertencias para dispersarse y los oficiales de policía tuvieron que disparar gas lacrimógeno y además utilizar otros métodos de control de manifestaciones, para luego detener al menos a cuatro personas.
Durante la protesta, lanzaron a los oficiales botellas de vidrio, ladrillos y otros proyectiles, informó la Oficina de Policía de Lancaster, a través de un comunicado.
El tiroteo policial tuvo lugar aproximadamente a las 4:24 p.m. en la calle Laurel de Lancaster.
Los oficiales habrían atendido una llamada del 911 sobre un hombre que se puso agresivo con su madre y que intentaban entrar en la casa de la dama.
El primer oficial en la escena caminó hacia el frente de la casa y se puso en contacto con la mujer.
Fue entonces cuando el hombre salió corriendo de la residencia y empezó a perseguir al oficial, según las imágenes de la cámara corporal. El hombre estaba sostenía un cuchillo.