El candidato presidencial peruano Pedro Castillo cerró su campaña este jueves en Lima a pesar de la prohibición de realizar concentraciones. A horas del ballotage con Keiko Fujimori, habló de diversos temas y volvió a referirse a su postura de expulsar extranjeros.
“Mientras del otro lado traen a personalidades para llenar al pueblo peruano con ciudadanos de otros países, acá ratificamos que el 28 de julio, a través de una decreto supremo, le daremos 72 horas de plazo a los ciudadanos que han venido de otros países a faltar el respeto”, expresó ante sus seguidores.
El político de izquierda ya había manifestado esta idea. A principios de mayo, había dicho: “Cómo es posible que se hayan abierto las fronteras de la patria sin ningún filtro. Es necesario ordenar la casa, ordenar el país”.
También subrayó que “ha llegado el momento de no mirar ideologías, ni el color de la piel” para “concretar el clamor del pueblo” de tener un Gobierno que recupere “la riqueza para tener un país industrializado y próspero”.
Mientras miles de sus seguidores lanzaban lemas como “en costa, sierra y selva, Pedro presidente” y “se siente, se siente, Pedro presidente”, Castillo pidió a sus compatriotas que “se vea concretado el clamor del pueblo de acá a unas cuantas horas”.
El candidato afirmó que un Gobierno suyo no permitirá “que en un país tan rico nuestros hijos estén con hambre” y anunció que renunciará al sueldo vitalicio que reciben los presidentes y reducirá el sueldo de los ministros y congresistas.
“Hoy el Perú se ha puesto de pie y por eso es el temor, porque saben que se acabó la mamadera, se acabó la planilla dorada”, concluyó.