Este lunes, el Procurador General de Estados Unidos William Barr autorizó a los fiscales federales en todo el país, a perseguir “acusaciones sustanciales” de irregularidades en la votación del pasado martes 3 de noviembre, antes de que se certifiquen las elecciones presidenciales de 2020, a pesar de la poca evidencia de fraude.
Con esta acción de Barr se plantea la posibilidad de que Trump utilice el Departamento de Justicia para intentar impugnar los resultados obtenidos el pasado sábado, además le da a los fiscales la capacidad de eludir la política del Departamento de Justicia de larga data que normalmente prohibiría tales acciones abiertas antes de que la elección sea certificada formalmente.
Los estados tienen hasta el 8 de diciembre para resolver las disputas electorales, incluidos los recuentos y las impugnaciones judiciales sobre los resultados. Los miembros del Colegio Electoral se reunirán el 14 de diciembre para finalizar el resultado.