El presidente ucraniano Volodímir Zelenski llamó la madrugada del sábado a sus compatriotas a defender Kiev, la capital, de un inminente ataque de las tropas rusas que el jueves invadieron el país.
«No podemos perder la capital. Me dirijo a nuestros defensores, hombres y mujeres de todos los frentes: esta noche, el enemigo va a utilizar todas sus fuerzas para romper nuestras defensas de la forma más vil, dura e inhumana», dijo Zelenski en un video publicado en la página web de la presidencia.
«Esta noche, van a intentar un ataque», alertó.
En la víspera, las tropas rusas lanzadas por el presidente ruso Vladimir Putin llegaron a un barrio del norte de Kiev, aunque luego parecieron perder fuerza. Por la noche, estallaron combates en Vasilkov, a una treintena de kilómetros al suroeste de la capital.
Allí, las tropas ucranianas derribaron un avión de transporte Il-76 y libraban «violentos combates» contra los rusos que «intentan descargar tropas aerotransportadas», indicó el sábado el ministerio de Defensa, informando también de la destrucción de un helicóptero y un caza en el este del país.
El jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, elogió a las fuerzas ucranianas, «que están luchando con valor y siguen teniendo capacidad de causar pérdidas a las fuerzas invasoras rusas».
La ofensiva rusa provocó la huida de más de 50.000 ucranianos del país, así como 100.000 desplazados internos (según la ONU) y más de 100 muertos y centenares de heridos (según Kiev).
Vladimir Putin llamó al ejército ucraniano a «tomar el poder» y calificó al gobierno de Zelenski de «banda de drogadictos y de neonazis».
Zelenski respondió colgando un video delante del palacio presidencial.
«Estamos todos aquí, nuestros militares están aquí, los ciudadanos, la sociedad, estamos todos aquí, defendiendo nuestra independencia, nuestro Estado», proclamó, junto a algunos de sus principales colaboradores.
El Ministerio de Defensa ucraniano llamó a la población a resistir. «Pedimos a los ciudadanos que nos informen de los movimientos de tropas, que fabriquen cócteles Molotov y neutralicen al enemigo», instó.
Por la capital son omnipresentes los civiles alistados en las brigadas de «defensa territorial», identificados con brazaletes amarillos. «Nunca había tomado un arma en mis manos hasta hoy (…) Intentaremos hacer lo mejor que podamos», decía Roman Bondertsev en el norte de Kiev.
«Y si me matan, habrá otros dos listos para ocupar mi puesto», añadió.
– Diplomacia bloqueada –
Mientras tanto, los países occidentales adoptaron un aluvión de sanciones contra instituciones, empresas y dirigentes rusos, entre ellos Putin, en respuesta a la invasión.
Zelenski indicó que habló con el presidente estadounidense Joe Biden sobre el «refuerzo de las sanciones [contra Rusia], de una asistencia de defensa concreta y de una coalición antiaérea».
Sin embargo, la diplomacia parece bloqueada.
En el Consejo de Seguridad de la ONU, Rusia vetó una resolución promovida por Estados Unidos y Albania para deplorar «la agresión» contra Ucrania.
La portavoz de la diplomacia rusa, Maria Zajarova, afirmó que las relaciones entre Moscú y las potencias occidentales se acercan a un «punto de no retorno».
«No ha sido nuestra opción. Queríamos el diálogo, pero los anglosajones cerraron esas opciones una tras otra y empezaron a actuar de manera diferente», afirmó.
Según Zajarova, las sanciones contra Putin y su canciller Serguéi Lavrov muestran la «impotencia» de los países occidentales.
Putin se dijo dispuesto a enviar una delegación a Minsk, capital de Bielorrusia, para negociar con Ucrania. Hungría, miembro de la UE y la OTAN cercano a Moscú, ofreció acoger negociaciones en Budapest.
El portavoz de la diplomacia estadounidense, Ned Price, calificó esa propuesta de «diplomacia que se lleva a cabo a punta de pistola, cuando las bombas, los disparos de mortero y la artillería de Moscú apuntan a los civiles» ucranianos.
La OTAN anunció que activará su Fuerza de Respuesta, para reforzar su flanco oriental.
Rusia invadió Ucrania tras exigir que esta exrepública soviética renunciase a entrar en la OTAN y que la alianza transatlántica no se reforzara en sus fronteras.
– Sanciones en todos los ámbitos –
Tras la ofensiva, la Unión Europea (UE) desbloqueó el jueves un paquete de sanciones «masivas» en los sectores energéticos y financiero.
Putin y su canciller Serguéi Lavrov fueron incluidos este viernes en la lista de personalidades sancionadas, con sus haberes congelados, por la UE y el Reino Unido. Estados Unidos anunció que tomaría medidas similares.
Zelenski pidió la expulsión de Rusia del sistema de transferencias bancarias SWIFT, pero países de la Unión Europea como Alemania o Hungría han expresado sus dudas por el miedo a que esa medida provoque problemas en la entrega de gas ruso.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) rechazó el proceso de adhesión de Rusia y cerró su oficina en Moscú.
La respuesta a la invasión también se dejó sentir en el deporte y el mundo de la cultura. La UEFA traslasdó la final de la Liga de Campeones de San Petersburgo a París y la Fórmula Uno anuló el Gran Premio de Rusia de este año.
Y Eurovisión indicó que cerraba las puertas del popular certamen de canción europea a representantes del país invasor.
El papa Francisco se reunió con el embajador ruso en el Vaticano para manifestarle «su preocupación».
En un tuit, enviado en varios idiomas, entre ellos ruso, afirmó que «toda guerra es una claudicación vergonzosa».
– Cuerpos en las calles –
Al amanecer del viernes se escucharon disparos y explosiones en el barrio residencial de Oblon, en el norte de Kiev, provocado por lo que parecía una avanzada de las fuerzas rusas.
Periodista de la AFP vieron un muerto en la acera y ambulancias socorriendo a una persona cuyo vehículo fue aplastado por un blindado.
Durante el día, las sirenas y explosiones no dejaron de sonar en Kiev, una ciudad que, tras la huida de muchos habitantes, ofrece un aspecto fantasmagórico.
Vehículos blindados y soldados vigilan los cruces de las calles en torno al distrito donde se encuentran los edificios del gobierno.
Las fuerzas ucranianas informaron el viernes que estaban combatiendo a las unidades rusas en Dymer e Ivankiv, dos localidades situadas a 40 y 80 kilómetros al norte de Kiev. Los rusos estarían avanzando también por el noreste y el este, según la misma fuente.
AFP.