En horas de la mañana de este lunes 31 de octubre el Departamento de Bomberos de la Ciudad de Hialeah atendió una llamada de emergencia tras el derrumbe parcial del pasillo del segundo piso de un edificio ubicado en el 2350 Palm Avenue.
Mariel Campos es parte de una de las quince familias afectadas, ella estaba bañándose cuando sintió “un estruendo, una vibración en el edificio. Salí corriendo a ver qué estaba pasando y no podíamos abrir la puerta del apartamento, estaban clausuradas por el derrumbe”, explicó a el Nuevo Herald.
Campos llevaba 9 meses viviendo en esta unidad, junto a su pareja, su hija de ocho años y su mascota cuando colapsó el pasillo. Pagaba $950 dólares por un apartamento de una habitación y un baño, uno de los más grandes de este edificio, según explicó.
Lo que más le preocupa es que “no podemos sacar las cosas, necesito el uniforme de la escuela de mi hija. La dejé cerca de aquí con una amiga porque si ve como quedó el edificio va a entrar en shock”, dijo Campos.
De acuerdo con David Rodríguez, vocero del departamento de Bomberos, “el edificio de 15 unidades fue desalojado íntegramente mientras el Departamento de Construcción inspecciona los daños y determina las causas”.
Rodríguez explicó que ninguna persona resultó herida, pero fue decretado “inseguro” el edificio para habitar, por lo que en este momento las 15 familias que vivían en este edificio se encuentran sin vivienda.
María Magdalena Hernández, de 61 años está angustiada porque no les han dicho oficialmente qué va a pasar con ella y con su hija con discapacidad.
Tienen dos años y ocho meses en este edificio. Había salido algunos minutos antes a hacer compras con una vecina cuando ocurrió el derrumbe.
El equipo de Respuesta a Desastres de la Cruz Roja está ayudando con alimentos y agua a las personas afectadas, además están recabando información sobre las personas que habitaban el inmueble para ayudarlos con hospedaje temporal.
Nota completa en El Nuevo Herald