El agresor del marido de Nancy Pelosi, expresidenta demócrata de la Cámara de Representantes, detalló ante un tribunal de San Francisco el martes sus convicciones complotistas que lo llevaron a un nebuloso plan para terminar con la presunta corrupción del gobierno estadounidense.
Paul Pelosi «nunca fue mi objetivo y siento que haya sido herido», aseguró David DePape, según la cadena local FOX KTVU. DePape le fracturó el cráneo con un martillo cuando se dio cuenta de que su «plan esencialmente fracasó».
DePape admitió previamente que irrumpió en el domicilio de la víctima con la intención de hacer que la líder demócrata reconociera las «mentiras» de su partido, sopena de romperle las rodillas.
A este exmilitante nudista lo procen por agresión y por tentativa de secuestro de la señora Pelosi. Cargos que podrían significarle prisión de por vida.
El hombre, en sus cuarentas, ingresó al domicilio de la pareja Pelosi en San Francisco a fines de octubre de 2022, días antes de las elecciones de medio término, equipado con un martillo, sogas, guantes y cinta adhesiva.
DePape solo encontró en casa al marido de la excongresista, de 82 años, con quien dijo que tuvo un intercambio «muy amigable», durante el cual el señor Pelosi logró pedir ayuda a las autoridades.
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Su esposa, en ese entonces la tercera figura más importante del gobierno estadounidense, y blanco frecuente de teorías complotistas alimentadas por la extrema derecha, se encontraba en Washington.
Según la acusación, David DePape preguntó varias veces «¿Dónde está Nancy?», antes de atacar a su marido. Los policías que intervinieron en la residencia de los Pelosi lograron grabar el violento ataque con cámaras corporales y detener a DePape.
El acusado explicó que escuchaba pódcasts de corte derechista y que creía en las teorías complotistas sobre los atentados del 11 de septiembre de 2001.
DePape se declaró no culpable. Su defensa admitió el asalto, pero cuestiona que tuviera la intención específica de atacar a Nancy Pelosi (o a su esposo) como funcionario federal, un factor clave para la acusación.
AFP