Las armas de fuego continúan siendo la principal causa de muerte entre niños y adolescentes en Estados Unidos, una tendencia que se ha mantenido desde 2020, cuando superaron a los accidentes de tráfico, según un reciente informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), reportado por CNN.
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De acuerdo con los datos de 2022, las armas de fuego fueron responsables del 18% de las muertes infantiles (entre 1 y 18 años). Ese año, alrededor de 3.500 niños murieron en incidentes relacionados con armas de fuego, lo que equivale a unas cinco muertes por cada 100.000 niños en el país.
Esta situación es alarmante, especialmente al compararla con otros países de características similares, donde las armas de fuego no figuran entre las principales causas de mortalidad infantil. Un análisis de la Kaiser Family Foundation destaca que en ninguna otra nación comparable las armas de fuego ocupan un lugar tan alto en la lista de causas de muerte infantil.
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El tiroteo en la escuela secundaria Apalachee, ocurrido recientemente, es el número 45 de este tipo en 2024, y el más mortífero desde la masacre en la escuela primaria Covenant de Nashville, Tennessee, en marzo de 2023.