Joe Biden viaja este martes a Florida para dar un último impulso a la complicada campaña del Partido Demócrata, a una semana de las elecciones legislativas de medio mandato del 8 de noviembre.
El presidente estadounidense intenta transmitir la imagen de defensor de la clase media frente a una oposición republicana que, según él, defiende la causa de los más ricos.
En esta ocasión tiene previsto hablar de salud y de subsidios sociales a los jubilados. «Millones de estadounidenses perderían el seguro médico y beneficios sociales en el caso de un Congreso republicano», afirma la Casa Blanca en un comunicado.
También aprovechará para elogiar una ley aprobada por iniciativa suya para contener, por ejemplo, el precio de los medicamentos, especialmente para las personas de la tercera edad.
El demócrata de 79 años lleva tiempo prometiendo que iría a Florida, históricamente considerado un «estado bisagra», es decir que a veces vota por la izquierda y otras por la derecha, pero que recientemente parece inclinarse más claramente por el campo conservador. Tuvo que posponer un viaje previsto a causa de un huracán.
Además de un discurso oficial sobre salud, liderará actos de recaudación de fondos a favor de los candidatos de su partido a los cargos de gobernador y senador.
Las encuestas dan a los demócratas por derrotados para estos dos cargos y nada indica que la visita de Joe Biden vaya a cambiar la situación.
La Casa Blanca espera aprovechar su visita para afirmar que el Partido Republicano es una amenaza, según él, para los hogares de bajos ingresos y los pensionistas.
«Los republicanos tuvieron mucho éxito en convencer a los hispanohablantes de que empezaran a votar» por ellos, pese a que antes esta población se inclinaba más por los demócratas, explica Aubrey Jewett, politóloga de la Universidad del centro de Florida.
Destaca que el expresidente Donald Trump genera interés y el actual gobernador Ron DeSantis, una estrella en ascenso del ala más conservadora, no se queda atrás con su postura en temas sociales, o sus críticas a lo que considera un giro «comunista» de la administración Biden.
– Hispanos –
«Funcionó con cierto porcentaje de hispanohablantes que decían: ‘No salimos de Cuba ni de Sudamérica para tener aquí lo mismo'», considera.
Susan MacManus, profesora de ciencias políticas de la universidad del sur de Florida, estima que «los republicanos hacen un trabajo mucho mejor al observar constantemente la demografía cambiante del estado».
«Muchos jóvenes con familias se mudaron aquí porque no estaban de acuerdo con el confinamiento de los niños» y el cierre de los colegios durante la pandemia de covid-19, recuerda.
Biden fue relativamente discreto durante la campaña para estas elecciones intermedias en las que se renueva la Cámara de Representantes, más de un tercio del Senado y una treintena de gobernadores.
Los sondeos prevén que el control de la Cámara de Representantes caiga en manos de los republicanos.
Tras un comienzo de campaña centrado en el derecho al aborto y la defensa de la democracia, y frente a los conservadores que critican la subida de los precios y el nivel de la delincuencia, el Partido Demócrata se concentra más ahora en las preocupaciones cotidianas de los estadounidenses.
Biden se esfuerza en presentarse como el «presidente de la clase media» en un contexto de inflación galopante.
El Partido Demócrata también ha pedido ayuda al expresidente Barack Obama y su innegable talento oratorio para movilizar a sus filas.
Biden y Obama participarán juntos el sábado en un mitin en Pensilvania, un estado muy disputado.
AFP