El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, organizó este miércoles una recepción en la Casa Blanca en honor de los derechos de la comunidad LGBT+, su movida más reciente antes de las elecciones legislativas de noviembre de cara a la ofensiva conservadora contra este sector de la población.
Biden, la vicepresidenta Kamala Harris y varios miembros de su administración -en especial el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, que es gay- se reunieron con cientos de responsables de asociaciones LGBT+ en la Casa Blanca para celebrar el «mes del Orgullo».
«Mi mensaje a todos los jóvenes: sean ustedes mismos, ustedes son amados», dijo Biden. «Quiero que sepan (…) que todos nosotros aquí los apoyamos. Nosotros los apoyamos».
Previo al inicio del evento, el presidente había firmado un decreto dirigido a dar apoyo federal a la defensa de los numerosos derechos de la comunidad LGBT+ que la Casa Blanca estima son vulnerados por los dirigentes republicanos de varios estados como en Florida, donde el gobernador Ron DeSantis ha hecho de la lucha contra la ideología progresista una de sus prioridades.
El decreto busca luchar contra las «terapias de conversión», que pretenden modificar la orientación sexual, reforzar los programas de salud previniendo el suicidio entre jóvenes, dar apoyo a las familias de acogida de homosexuales y proteger a las personas sin hogar en la comunidad.
Se trata de contrarrestar «la embestida legislativa de odio (…) que estamos viendo en Estados Unidos», declaró un alto funcionario bajo reserva de anonimato.
Sólo en lo que va de este año, más de 300 leyes que atentan contra los derechos de personas homosexuales, transgénero y contra sus familias han sido presentadas en varios estados, según la misma fuente.
«Hemos debido oponernos a estos gobernadores y a los legisladores locales a medida que ellos presionaban por (la adopción de) leyes discriminatorias», continuó el funcionario, subrayando que entre los invitados había niños y familias directamente afectados por dichas normas.
Con esta iniciativa Joe Biden se dirige a una parte importante del electorado demócrata antes de las elecciones cruciales de noviembre en las que los republicanos podrían retomar el control del Congreso.
AFP.