El presidente Joe Biden delcaró este martes al mes de junio como el Mes Nacional de la Herencia del Inmigrante y firmó una proclama que así lo conmemora, mientras que reiteraba la necesidad de que el Congreso termine por debatir y aprobar una reforma migratoria.
«Estados Unidos es, ha sido y siempre será una nación de inmigrantes», reza el documento publicado por la Casa Blanca. «Fue la premisa de nuestra fundación, se refleja en nuestra Constitución y está grabado en la Estatua de la Libertad», agrega.
Como parte de la proclama, Biden insistió en “reducir” las barreras para lograr la “ciudadanía y la igualdad” para los inmigrantes, en alusión al plan de reforma migratoria presentado el 20 de enero y que se encuentra estancado en el Congreso.
La iniciativa incluye, además de un componente de seguridad ciudadana, de un camino hacia la ciudadanía para la mayoría de los 11 millones de indocumentados que viven en el país, carecen de antecedentes criminales y pagan impuestos.
Durante la campaña Biden prometió introducir el proyecto en ambas cámaras del Congreso en los primeros 100 días de su mandato, pero ante el rechazo republicano de apoyarlo hasta no ver solucionada la crisis en la frontera sur, el pasado 18 de marzo los demócratas de la Cámara de Representantes aprobados dos planes incluidos en el proyecto, pero sólo para regularizar la permanencia de dreamers, beneficiarios del TPS y trabajadores del campo.
Si bien ambas iniciativas cuentan con respaldo bi partidista, los republicanos del Senado insisten en que no aportarán votos porque la situación de la frontera se trata de una crisis que amenaza la seguridad nacional. Y que hasta no verla controlada, no respaldarán ningún tipo de beneficio de inmigración.