El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, promocionó el jueves un plan «histórico» para rehacer la economía de Estados Unidos, mientras buscaba presionar a los críticos dentro de su propio Partido Demócrata para que respaldaran el proyecto de ley después de meses de tortuosas negociaciones.
Biden confía su legado a la aprobación del paquete «Build Back Better» (BBB, o Reconstruir mejor), un conjunto de medidas de gastos social por 1,75 billones de dólares que busca una sociedad más equitativa y más verde y la joya de la corona de su agenda de gobierno.
Justo antes de partir a Europa a la cumbre del G20 y a la COP26, el mandatario anunció que estaba seguro de recibir apoyo legislativo a un marco de gasto revisado, aunque aún está por verse si sus esfuerzos galvanizaron a las bases en disputa del partido.
«Sé que tenemos un marco económico histórico», dijo Biden en un discurso a la nación desde la Casa Blanca, poco después de reunirse con los líderes demócratas en el Congreso.
«Es un marco que creará millones de empleos, hará crecer la economía, invertirá en nuestra nación y nuestra gente, convertirá la crisis climática en una oportunidad y nos pondrá en un camino no solo para competir, sino para ganar la competencia económica para el siglo XXI contra China y todos los demás países importantes del mundo», aseguró.
El BBB, que puede definir el mandato de Biden con reformas en educación, atención médica, cuidado infantil y energía limpia, está vinculado a otro ambicioso proyecto en discusión en el Congreso por unos 1,2 billones de dólares en mejoras para carreteras, puentes y otras obras.
Nancy Pelosi, una aliada clave de Biden y presidenta de la Cámara de Representantes, dijo a los reporteros que quería una votación sobre infraestructura para este domingo 31 de octubre, cuando se acaban los fondos para numerosos programas federales de transporte terrestre.
– «Gran visión» –
La votación se ha retrasado varias veces en las últimas seis semanas, ya que los demócratas más radicales han insistido en que no respaldarán el proyecto de ley de infraestructura a menos que sus prioridades estén incluidas en el BBB.
Los demócratas en el ala izquierda dijeron que necesitaban ver un texto final sobre ese paquete social antes de comprometerse a votar el de infraestructura, lo que llevó a los líderes del partido a publicar el proyecto de ley de 2.468 páginas.
Si se promulga, proporcionaría educación preescolar universal para niños de tres y cuatro años, ampliaría la cobertura de atención médica con apoyo del gobierno durante al menos cuatro años, y reduciría las emisiones de gases de efecto invernadero del país durante una década.
Sin embargo, quedaron fuera del nuevo marco prioridades progresistas clave, como ofrecer 12 semanas de licencia paga por maternidad/paternidad, garantizar estudios universitarios comunitarios gratuitos, y reformar los altísimos precios de los medicamentos con prescripción médica.
Pelosi describió la legislación como «transformadora y motivo de celebración», al tiempo que reconoció su decepción por que haya quedado afuera la licencia familiar.
«Es notable porque es una gran visión, una visión más grande de la que hemos visto en mucho tiempo, tal vez se remonta al presidente Franklin Roosevelt en el New Deal, y en algunos aspectos a Lyndon Johnson, quien también tenía una gran agenda», dijo.
Joe Manchin y Kyrsten Sinema, dos senadores demócratas conservadores que consideran el componente de gasto social demasiado caro, sonaron positivos pero no se comprometieron a apoyar el marco de Biden.
Otra figura negociadora importante, el senador izquierdista Bernie Sanders, dijo que vio «grandes lagunas» en el plan.
– Confianza en apoyo total –
Pero Biden instó a que su partido finalmente deje a un lado sus divisiones y se una.
«Pasamos horas y horas y horas durante meses y meses trabajando en esto», recordó Biden. «Nadie consiguió todo lo que quería, incluyéndome a mí».
Biden esperaba lograr una votación en el Congreso antes de volar a Roma, al G20, y luego la semana que viene a una cumbre climática de la ONU en Glasgow.
Pero aunque los demócratas controlan ambas cámaras del Congreso, los márgenes son tan estrechos –de solo un voto de ventaja en el Senado y un puñado en la Cámara baja– que hace tortuoso aprobar leyes importantes.
Biden ha rebajado sus deseos en gran medida, reduciendo casi a la mitad su plan original de gasto social de 3,5 billones de dólares.
Pero incluso el marco de gasto reducido representaría una importante victoria legislativa un año después de que Biden derrotara a Donald Trump con la promesa de sanar el «alma» de Estados Unidos.
Y a pesar del debate demócrata, un alto funcionario de la Casa Blanca, hablando bajo condición de anonimato, dijo: «El presidente cree que este marco ganará el apoyo de los 50 senadores demócratas y se aprobará en la Cámara».
«Veo el marco como una oportunidad para llegar al objetivo final», declaró a MSNBC el senador demócrata Bob Menéndez.
AFP