El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunió el viernes con el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, a quien llamó a responder juntos a «los desafíos globales» antes de una posible visita a Washington del líder chino Xi Jinping.
Biden dijo al jefe de la diplomacia china Wang Yi que Washington y Pekín deben «gestionar la competencia en la relación bilateral de manera responsable». También «mantener líneas de comunicación abiertas», anunció la Casa Blanca.
Con el conflicto entre Israel y Hamás en Oriente Medio como telón de fondo, Biden también «subrayó que Estados Unidos y China deben trabajar juntos para abordar los desafíos globales», añadió.
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Wang Yi realiza una inusual visita de dos días a Washington, donde mantuvo también conversaciones con el secretario de Estado, Antony Blinken. Está previsto que lo haga también con el asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, dijo el jueves que las conversaciones de esta semana eran un «hito en el esfuerzo por mantener abiertas las líneas de comunicación con la República Popular China».
Sullivan prevé plantear «áreas de preocupación», incluido el comportamiento de China en el Mar de China Meridional.
Las conversaciones podrían servir para preparar una futura visita de Xi Jinping a Estados Unidos. Podría ocurrir al margen de la cumbre de Apec (Cooperación Económica Asia-Pacífico). Esta se celebrará en San Francisco a mediados de noviembre.
– Estabilización –
Wang dijo, tras reunirse con Blinken el jueves, que su país pretende «estabilizar las relaciones» con Estados Unidos. También «reducir los malentendidos» tras años de tensiones.
Reconoció, no obstante, que aún surgirán diferencias. Dijo además que China responderá a ellas «con calma». «Lo que está bien y lo que está mal no está determinado por quién tiene el brazo más fuerte o la voz más fuerte», alegó.
Biden y Xi no han mantenido contacto directo desde una reunión en Bali en noviembre de 2022.
Las relaciones han sido tensas durante años entre las dos principales economías del mundo, que compiten por aumentar su influencia en la región de Asia y el Pacífico y más allá.
Pekín impulsa a su vez la cooperación con Rusia, en un intento por reducir el dominio estadounidense.
Las tensiones han sido particularmente fuertes respecto a la isla de Taiwán, en torno a la cual China ha lanzado importantes ejercicios militares en respuesta a acciones de legisladores estadounidenses.
Estados Unidos y China también han intercambiado críticas sobre el conflicto en Medio Oriente.
Biden advirtió el miércoles a China sobre las obligaciones del tratado que su país firmó con Filipinas, luego que, según Washington, barcos chinos atacaran deliberadamente a otros de Manila en aguas en disputa, una versión cuestionada por Pekín.
Hablando junto al primer ministro de Australia, un aliado clave de Estados Unidos, Biden prometió competir con China «en todos los planos, de acuerdo con las reglas internacionales». «Pero no estoy buscando conflicto», dijo.
AFP