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EE.UU

¡De terror! Niña de ocho años fue asesinada por un vecino en EE.UU.

Maddie Clifton, una niña de 8 años, fue asesinada por su vecino Joshua «Josh» Earl Patrick Phillips, de 14 años, en la ciudad de Jacksonville, estado de Florida, EE.UU.

El hecho ocurrió el martes 13 de noviembre de 1998, cuando la pequeña tocó la puerta de la casa de Phillips.

Maddie lo conocía desde hacía mucho tiempo. Le pidió jugar un rato al béisbol. Aunque el adolescente no tenía permitido recibir visitas en ausencia de sus padres, aceptó jugar con ella y la hizo pasar.

Maddie desapareció esa misma tarde, en ese barrio de la ciudad de Jacksonville, en el estado de Florida, Estados Unidos, donde había vivido desde su nacimiento.

A las 18.30 Sheila Clifton, su madre, se asomó a la vereda para llamarla. La mesa estaba puesta para la cena y quería que Maddie entrara para comer con la familia. Pero su hija menor no estaba a la vista. Cruzó la calle y tocó puertas. En la casa de los Phillips la atendió Joshua quien le explicó que no la hacía pasar porque su padre le tenía prohibido dejar entrar a alguien si no estaba él, aunque aseguró no saber nada de Maddie.

Sheila la siguió buscando. Una hora después, sumamente alarmada, llamó al 911: quería reportar la desaparición de su hija. Dijo que Maddie había salido a jugar a la calle con unas pelotas de golf y no había vuelto.

Nunca confíes en los vecinos

El primer sospechoso fue un vecino con antecedentes por agresión sexual quien había sido arrestado dos veces en el pasado lejano, pero había terminado libre porque las denuncias habían sido retiradas. Ese mismo hombre falló en el detector de mentiras cuando le preguntaron por Maddie. Era un personaje que claramente podría estar involucrado en algo así, pero tenía una coartada que fue comprobada.

La policía y más de 400 voluntarios, entre ellos los vecinos con Joshua incluido, se lanzaron a buscar a la pequeña Maddie. Como pasaban las horas y los días sin que pudieran hallar rastros, desembarcó el FBI. Las autoridades ofrecieron primero una recompensa de 50.000 dólares que inmediatamente elevaron a 100.000. Estaban desesperados por información. Repartieron folletos con su cara y el famoso programa America ‘s Most Wanted se ofreció a contar la historia, quería colaborar. Seguramente, también buscaba rating porque el caso estaba conmoviendo profundamente al país.

No llegaron a hacerlo, la tragedia emergió de manera intempestiva y menos esperada.

Maddie, la pecosa alegre y miedosa, la de grandes ojos marrones que tocaba muy bien el piano, estaba demasiado cerca.

La madre que limpiaba demasiado

Melissa “Missy” Dunfee, madre de Joshua Phillips, observó que en esos días su hijo estaba demasiado callado y más malhumorado que lo habitual. Supuso que su estado de ánimo tenía que ver con la desaparición de su pequeña amiga de la casa de enfrente.

El 10 de noviembre, cuando ya habían transcurrido siete días con sus noches desde la ausencia de Maddie, Melissa entró al cuarto de Joshua para limpiarlo. Fue entonces que observó algo raro en el piso de la habitación: la cama de agua de su hijo parecía perder líquido porque había un pequeño charco. Lo primero que pensó fue que el colchón se había pinchado. Tratando de descubrir la pérdida fue que se percató de que la estructura de la base de la cama estaba quebrada y pegada con cinta. Movilizó el colchón para mirar mejor y fue entonces que quedó congelada: ante sus ojos había un pequeño pie enfundado en una media blanca y, un poco más abajo, se veían unas piernas muy quietas. En medio del shock salió disparada del dormitorio de Joshua, cruzó corriendo la calle y llegó, sin aliento, hasta la puerta de los Clifton. El matrimonio estaba terminando una entrevista con un programa matutino de noticias nacionales cuando vieron ingresar a su casa a la nerviosa vecina. Dijo que buscaba a la policía que estaba apostada en el lugar. A los agentes les informó su terrible hallazgo, quería que fueran a mirar bajo la cama de su hijo, había alguien ahí. Les señaló el lugar desde fuera porque aseguró, pasado el tiempo, que “en ese momento, no pude volver a entrar”.

Después de esto, el mundo de los Clifton volcó para siempre.

Debajo de ese colchón de agua estaba el cuerpo sin vida de su amada Maddie.

Nota de Infobae