En los Estados Unidos continúa la consternación por el tiroteo en la primaria Robb, ubicada en la ciudad de Uvalde, en Texas, en la que se reportaron 23 personas fallecidas, entre ellas 19 niños y dos adultos, que daban clases en la misma institución.
De acuerdo con las primeras informaciones de las autoridades, el atacante fue un joven de 18 años, residente de la ciudad, conocido como Salvador Ramos, según señaló el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott.
Sobre el tema se refirió el padre del joven, Salvador Ramos, quien en diálogo con The Daily Beast pidió perdón por lo ocurrido y exclamó: “Debió matarme a mí”.
Adicionalmente, Ramos, de 42 años, explicó que no había pasado mucho tiempo con su hijo, a quien llevó a Texas por la pandemia del virus de la covid-19: “Quiero que la gente sepa que lo siento. Siento lo que hizo mi hijo. Nunca esperé que hiciera algo así”.
A su vez, el director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Steven McCraw, dijo que la Policía tomó una “decisión errónea” al no entrar antes en la escuela de Uvalde, donde el martes un joven armado mató a 19 niños y dos maestras antes de refugiarse en un aula.
“Desde el beneficio de la retrospectiva… fue una decisión errónea, y punto”, dijo McCraw en una tensa conferencia de prensa.
“Si yo creyera que esto pudiera ayudar, me disculparía”, agregó muy emocionado.
Diecinueve agentes esperaron en el corredor de la escuela a una unidad táctica que ingresa a las aulas aproximadamente una hora después de que el pistolero, Salvador Ramos, de 18 años, entrara en el edificio el martes.
Presionado por los periodistas para que explicara el retraso, que ha sido objeto de críticas, el funcionario dijo que pensaron que “podría no haber ningún superviviente”.
Sin embargo, la Policía recibió numerosas llamadas de varias personas en las dos aulas afectadas, incluida una de un estudiante a las 12H16 locales –34 minutos antes de que la Policía respondiera a las 12H50–, en la que informaba que “entre ocho y nueve estudiantes estaban vivos”, dijo McCraw.
En una de sus primeras llamadas, este estudiante, que también informó que había varios muertos, pidió: “Por favor, envíen a la Policía ya”.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, dijo en otra conferencia de prensa haber sido “inducido al error” sobre la respuesta policial por informaciones iniciales inexactas. “Me pone lívido”, dijo.
“Dolor de las familias”
En tanto, el principal lobby proarmas de Estados Unidos, la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés), celebra su convención anual en Houston, en medio de una polémica por el momento en que se produce el encuentro, lo que llevó a políticos y estrellas de la música country a cancelar su asistencia.
“Estas tragedias nos revuelven el estómago”, declaró el viernes Wayne LaPierre, dirigente de la NRA, en la apertura de la conferencia. Pero “restringir los derechos humanos más básicos que permiten a los estadounidenses defenderse no es la solución, nunca lo fue”, agregó.
El expresidente Donald Trump y el senador republicano por Texas, Ted Cruz, hablarán también en el evento.
En una muestra de su malestar, varias estrellas de la música country decidieron no acudir. Entre ellos, Don McLean, conocido por su canción American Pie, que consideró “irrespetuoso” actuar allí.
Otra ausencia notable es la firma Daniel Defense, fabricante del fusil semiautomático AR-15 utilizado por el autor de la masacre en Uvalde.
Pero miles de entusiastas de las armas se paseaban por el amplio centro de convenciones de Houston, repleto de estands de fabricantes que exhiben rifles semiautomáticos y equipos de caza.
“En lo personal, pienso que debería haber más educación sobre las armas”, explicó a la AFP Lissy, de 31 años, una exmilitar que busca encontrar una nueva pistola que esconder bajo su falda, porque “hace demasiado calor para los pantalones en Texas”.
La NRA, que cuenta con 5 millones de miembros, dijo que para garantizar la seguridad de Trump –a quien la organización donó decenas de millones de dólares para sus dos campañas presidenciales– se prohibirían las armas de fuego en la sala.
Con información de AFP