La ciudad de San Luis, en Arizona y Denver en Colorado, declararon estado de emergencia debido al incremento en el cruce de inmigrantes indocumentados, muchos de ellos venezolanos, a pocos días del fin del Título 42.
Nieves Riedel, alcaldesa de San Luis, calificó la llegada masiva de migrantes como una crisis humanitaria y de salud pública.
«Una vez que termine el Título 42 el próximo 21 de diciembre, se proyecta un aumento de hasta un 40 % en la migración irregular», avizoró.
Riedel señaló que la cantidad de migrantes que está cruzando, ya ha puesto a prueba los servicios humanitarios proporcionados localmente por organizaciones sin fines de lucro, y agencias gubernamentales.
El alcalde de Denver, Michael Hancock, indicó que la situación comenzó a gestarse «en meses recientes», pero que desde la semana pasada llegan a Denver desde la frontera con México de 50 a 100 inmigrantes diarios de varios países de Latinoamérica.
Hancock detalló que los albergues de emergencia ya no tienen la capacidad de alojar nuevos inmigrantes.
«Estos arribos masivos de inmigrantes, la naturaleza imprevista de su llegada y nuestros desafíos actuales de espacio y personal han ejercido una inmensa presión sobre los recursos de la ciudad, hasta el punto de que están a punto de alcanzar un punto de ruptura en esta vez», alertó.
Con información de Infobae.