Un sospechoso fue detenido el jueves y puesto en prisión preventiva por homicidio, tras la muerte de un manifestante judío durante una movilización que derivó en un altercado con propalestinos cerca de Los Ángeles a principios de noviembre, anunció la policía local.
«Su fianza se fijará en un millón de dólares», dijo la Oficina del Sheriff del condado de Ventura (estado de California, oeste) en un comunicado.
El sospechoso de 50 años, Loay Alnaji, ya había sido detenido brevemente por policías después de la manifestación que le costó la vida al judío Paul Kessler.
Su casa fue allanada, pero fue liberado por falta de pruebas convincentes, luego que testigos presentes en el lugar proporcionaran «declaraciones contradictorias sobre la naturaleza del altercado y la identidad del atacante», según las autoridades.
La manifestación, desarrollada en Thousand Oaks, al noroeste de Los Ángeles, se convirtió finalmente en un enfrentamiento entre proisraelíes y propalestinos.
En el incidente Kessler cayó de espaldas y se golpeó la cabeza contra el suelo. Tras ser hospitalizado, murió a causa de esta herida al día siguiente de la manifestación. De acuerdo a la investigación, presentaba también una lesión no letal en el lado izquierdo de la cara.
Según explicó inicialmente la Policía, se trataba de determinar «si un golpe en la cara provocó la caída, o si Kessler cayó sin que eso fuera el detonante».
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Señaló que el sospechoso se había mostrado «cooperativo». Además, admitió haber participado en el altercado y fue una de las personas que pidió ayuda para Kessler.
En su comunicado de prensa, la oficina del sheriff pidió a eventuales testigos que aporten vídeos del altercado.
La muerte de Kessler se produjo casi un mes después del ataque del grupo islamista palestino Hamás contra Israel. Este dejó unos 1.200 muertos, en su mayoría civiles, según autoridades hebreas.
En represalia, Israel bombardea incesantemente en enclave de la Franja de Gaza con un saldo hasta ahora de 11.500 muertos, la mayoría civiles, incluidos 4.710 niños, según el gobierno de Hamás.
En este contexto, Estados Unidos, teme que el conflicto palestino-israelí se expanda a su territorio.
A principios de octubre, un niño musulmán de seis años fue apuñalado cerca de Chicago por un hombre de 71 años. Este fue un crimen directamente relacionado con la guerra entre Israel y Hamás, según la policía.
AFP