Luis Ángel Álvarez-Álvarez, un inmigrante venezolano con una orden final de deportación, fue arrestado el 11 de febrero en River Rouge, un suburbio de Detroit, por la Patrulla Fronteriza y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE).
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Tras su detención, las autoridades realizaron una inspección de su dispositivo móvil y encontraron material presuntamente relacionado con el abuso sexual de un menor. Ante estos hallazgos, la División de Investigaciones de Seguridad Nacional del ICE asumió el caso, determinando que el contenido implicaba la producción de pornografía infantil.
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Álvarez-Álvarez enfrenta cargos por producción y posesión de material de abuso infantil y permanece bajo custodia mientras avanza el proceso judicial. La Fiscalía del Distrito Este de Michigan lleva el caso.