El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS, por sus siglas en inglés), a través del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés), realizó un vuelo de deportación de 116 inmigrantes chinos a la República Popular China (RPC).
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Este fue el primer gran vuelo chárter desde 2018 y se realizó en estrecha coordinación con la Administración Nacional de Inmigración de la República Popular China. El DHS continúa trabajando con el Ministerio de Seguridad Pública de la República Popular China y la Administración Nacional de Inmigración en vuelos adicionales de deportación.
«Continuaremos haciendo cumplir nuestras leyes de inmigración y expulsando a las personas sin una base legal para que permanezcan en los Estados Unidos», dijo el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas. «La gente no debe creer en las mentiras de los contrabandistas», añadió.
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Según el DHS, este vuelo de remoción fue el resultado de los continuos esfuerzos del secretario Mayorkas para involucrar a China en áreas de interés mutuo.
«Juntos, Estados Unidos y la República Popular China están trabajando para reducir y disuadir la migración irregular y para interrumpir el tráfico ilícito de personas a través de mayores esfuerzos de aplicación de la ley», aseveró en un comunicado.