Estados Unidos afirmó que el presidente chino, Xi Jinping, estaba conduciendo a su país en una dirección más «agresiva», pero renovó su interés de cooperar con el gigante asiático en intereses compartidos, mientras su líder se prepara para un histórico tercer mandato.
Xi debe ser ratificado en una semana como secretario general del Comunista de China (PCC), preludio de su reelección el próximo año como presidente de China, y consolidarse como el líder más poderoso desde Mao Zedong.
«Hemos visto surgir una China muy diferente en los últimos años bajo el liderazgo de Xi Jinping», dijo el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken.
«Es más represiva en casa, es más agresiva en el exterior. Y en muchos casos eso plantea un desafío a nuestros propios intereses, así como a nuestros propios valores», afirmó en un foro en la Universidad de Stanford, junto con la exsecretaria de Estado Condoleezza Rice.
Pero Blinken dijo que la relación entre las dos economías más grandes del mundo no debe reducirse a una «pegatina para el parachoques».
Según el secretario de Estado del presidente Joe Biden, el mundo «espera fundamentalmente» que las dos potencias trabajen juntas en el cambio climático, la salud mundial y posiblemente el tráfico de narcóticos.
«Sabemos que no podremos lidiar con el clima como deberíamos si China no es parte de la discusión», dijo Blinken.
Pekín «simplemente tiene que responder a las señales que está recibiendo de países de todo el mundo para ser un actor positivo, no un actor negativo, en los temas que les preocupan». Los problemas globales «son mucho más difíciles de resolver si Estados Unidos y China no están realmente comprometidos», aseguró Blinken.
Se espera que Biden se reúna con Xi al margen de una cumbre del G20 el mes que viene en Bali, la primera reunión entre ambos desde que se convirtieron en los principales líderes de sus respectivos países.
AFP.