El estado de Oklahoma, en el centro de Estados Unidos, ejecutará el jueves a un hombre de 35 años condenado a muerte por un cuádruple asesinato cometido como parte de una venganza familiar.
Gilbert Postelle será inyectado con un controvertido cóctel letal en la penitenciaría de McAlester.
En 2005, Postelle participó en una redada junto a su padre, su hermano y un cuarto hombre. Su objetivo era «vengar» al padre, gravemente herido en un accidente de moto.
Fueron a la casa del hombre al que consideraban, erróneamente, responsable del accidente y le dispararon alrededor de 60 tiros. El propio Gilbert Postelle disparó a dos personas que intentaban huir.
En total, su incursión causó cuatro muertes. El padre, que tenía importantes trastornos mentales, fue declarado penalmente irresponsable en 2006 y luego murió.
El hermano fue condenado a cadena perpetua y el cuarto hombre a seis años de prisión tras cooperar con los investigadores.
Considerado uno de los impulsores del crimen, Gilbert Postelle fue condenado a la pena capital.
Tras agotar todas sus posibilidades de apelación, le pidió a la Oficina de Indultos de Oklahoma que recomendara que el gobernador conmutara su sentencia.
«Lamento el dolor que he causado», dijo durante una audiencia ante este órgano consultivo, en diciembre pasado. Pero «ya no soy el chico de 19 años que era», suplicó.
Explicó que creció en una familia de drogadictos, y que era adicto a la metanfetamina desde los 13 años y estaba muy perturbado por el accidente de su padre. Él «era todo para mí a pesar de sus defectos», dijo.
Alegó que no tenía un recuerdo claro del día del crimen. «Ni siquiera puedo decir cómo se tomó la decisión de matar a estas personas», expresó.
«Entiendo que soy culpable y lo acepto. Mi vida en ese momento estaba hecha de caos y drogas», destacó.
Postelle no convenció a los miembros del panel y debería ser por tanto el tercer preso ejecutado en 2022 en Estados Unidos y el segundo en Oklahoma.
Ese estado conservador reanudó en 2021, después de una pausa de siete años, las ejecuciones utilizando un protocolo de tres sustancias sospechosas de causar a los convictos un sufrimiento excesivo considerado ilegal.
A fines de octubre, un convicto sufrió convulsiones y vomitó varias veces antes de morir.
AFP.