Una fuente de energía externa podría ser la causa del misterioso «síndrome de La Habana» que ha afectado a diplomáticos y militares estadounidenses, dijeron este miércoles los servicios de inteligencia de Estados Unidos, respaldando así la tesis de los ataques deliberados.
Un panel de expertos en tecnología y médicos convocados por los organismos de inteligencia estadounidenses descubrió que ondas electromagnética y de ultrasonido, emitidas desde distancias cercanas, podrían causar la combinación única de síntomas en algunos de los llamados «incidentes de salud anómalos» (AHI, por sus siglas en inglés).
Existe tecnología que provoque los síntomas reportados por primera vez en funcionarios en La Habana, Cuba, en 2016, como dolores de cabeza, náuseas, mareos, incluso daños neurológicos.
De los cientos de casos informados, «un subconjunto de AHI no se puede explicar fácilmente por condiciones ambientales o médicas conocidas y podría deberse a estímulos externos», según un extracto de su informe hecho público por el director de inteligencia estadounidense.
Los expertos dijeron que es posible crear dispositivos ocultables que, utilizando cantidades moderadas de energía, dirigirían la energía electromagnética o las ondas de ultrasonido para causar daños en una persona determinada.
Centrados solo en las posibles causas de AHI, los expertos no dijeron si esos dispositivos existen. Tampoco concluyeron si esos ataques ocurrieron, ni sugirieron quién podría haber estado detrás de ellos.
Pero su informe contradice algunas conclusiones publicadas recientemente que rechazan la posibilidad tecnológica de ataques de AHI.
Durante los últimos cinco años, funcionarios estadounidenses y sus familiares en numerosos países del mundo informaron dolencias físicas que calificaban como AHI.
La Agencia Central de Inteligencia (CIA) encontró hace poco que la mayoría de unos 1.000 AHI informados tenían explicaciones médicas o ambientales convencionales, y solo unas dos docenas siguen bajo estudio por causas desconocidas.
Según un alto funcionario de inteligencia, la CIA concluyó que era «poco probable» que un actor extranjero hubiera llevado a cabo una campaña «sostenida en todo el mundo» para dañar a personal estadounidense.
Sin embargo, en las dos docenas de casos, la CIA no descartó ataques por parte de actores extranjeros.
Los expertos del informe publicado el miércoles rechazaron en tanto varias teorías de las causas de AHI, como la del uso de radiaciones ionizantes, que pueden ser producidas por elementos radiactivos, agentes químicos o biológicos, armas sónicas o acústicas o calor proveniente de energía electromagnética.
Todas eran causas «inverosímiles» de los síntomas de AHI, dijeron.
Los AHI se informaron en Cuba y luego en China, Alemania, Australia, Rusia, Austria, e incluso en Washington.
En agosto de 2021, la visita de la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris a Hanoi se retrasó tres horas después de una alerta de este tipo en la capital vietnamita.