Ante la rápida propagación de la variante ómicron, las grandes empresas estadounidenses se ven obligadas a fortalecer su arsenal anticovid y retrasar el regreso al trabajo presencial.
Entre los grupos más duros figura Google, que a principios de mes notificó a sus empleados que no les pagará o que incluso podrán ser despedidos si no declaran su estado de vacunación más allá de cierta fecha, de acuerdo con un documento interno al que accedió CNBC.
«Estamos convencidos de que nuestros requisitos de vacunación son una de las formas más importantes de mantener seguro a nuestro personal y en funcionamiento nuestros servicios», dijo a la AFP un portavoz de Google.
«Nos comprometemos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para ayudar a nuestros empleados a vacunarse», agregó.
El gigante de los buscadores también pospuso indefinidamente el regreso a la oficina de sus ingenieros y desarrolladores, inicialmente previsto para enero.
Por su parte, Meta (empresa matriz de Facebook) ofrece a sus empleados la posibilidad de elegir el lugar de trabajo que mejor se adapte a sus necesidades.
Se espera que Amazon, que había sugerido el regreso al trabajo presencial al menos tres días a la semana desde principios de 2022, haga nuevos anuncios en enero, dijo a la AFP un portavoz de la compañía.
Los empleados de los almacenes y los conductores de vehículos no se verán afectados.
Apple reinstaló a su vez el uso obligatorio de las mascarillas en todas sus tiendas de Estados Unidos después de haberlo hecho opcional en noviembre en un centenar de puntos de venta.
También cerró temporalmente tiendas en Florida y Maryland esta semana, así como en la provincia canadiense de Ontario.
– Wall Street a la defensiva –
Wall Street busca por su parte adaptarse al aumento de los contagios.
El martes, JPMorgan limitó el acceso a nueve de sus edificios en Manhattan a los vacunados, que no están obligados a usar mascarillas en el interior.
«Tomamos esta medida porque las tasas de vacunación son muy altas entre nuestros empleados», dijo el banco en una nota interna vista por AFP.
Los empleados no vacunados deben trabajar desde sus domicilios.
Otros grandes nombres de las finanzas estadounidenses, como Citigroup o Morgan Stanley, animan a sus empleados a trabajar desde casa tanto como sea posible en las próximas semanas.
El sector de los supermercados también está tomando medidas para atajar el riesgo de una oleada de clientes que busquen llenar sus alacenas ante posibles nuevas restricciones.
La cadena Kroger, por ejemplo, suspenderá el pago de la baja especial por covid a los empleados no vacunados, dijeron varios medios estadounidenses.
Aquellos que no se hayan vacunado también deberán pagar una prima de 50 dólares a partir de enero para permanecer en el seguro médico de la empresa.
– ¿Teletrabajo generalizado? –
El presidente Joe Biden quiere imponer la vacunación obligatoria en empresas con más de 100 empleados, pero esa medida es objeto de una batalla legal.
Un tribunal federal restituyó el viernes el decreto del mandatario, que había sido suspendido por otra instancia judicial.
Según un estudio realizado a finales de noviembre por el corredor de seguros Willis Towers Watson, el 57% de los empleadores estadounidenses ya exigen la vacunación de sus empleados o están considerando hacerla obligatoria.
«Los empleadores pueden alentar la vacunación y las dosis de refuerzo ajustando el horario y los días de descanso, fomentando pruebas de detección frecuentes y requiriendo el uso de mascarilla en el lugar de trabajo para garantizar la salud y la seguridad», señala Jeff Levin-Scherz, de Willis Towers Watson.
Al 8 de diciembre, las tasas de ocupación en las oficinas de las principales ciudades apenas alcanzaba el 40%, según una medición semanal realizada por el especialista en sistemas de seguridad Kastle en base a datos de 10 áreas urbanas de todo el país.
En marzo de 2020 rondaba el 95%, antes de las primeras medidas de confinamiento.