La familia de los hermanos Lyle y Erik Menéndez, se ha unido con el nuevo objetivo de lograr su liberación, a 35 años de que fueran condenados a cadena perpetua por el asesinato de sus padres, José y Kitty Menéndez.
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Más de 20 familiares, incluida la hermana de José Menéndez, han acudido a la oficina del Fiscal de Distrito de Los Ángeles, George Gascón, para pedir la liberación de los hermanos, basándose en nueva evidencia que, según ellos, prueba el abuso que Lyle y Erik sufrieron a manos de su padre.
Entre las pruebas se encuentra una carta, presuntamente escrita por Erik Menéndez a su primo Andy Cano, en la que menciona el abuso sufrido. «He estado evitando a papá. Sigue ocurriendo, Andy, pero ahora es peor para mí», reza un fragmento de la carta, que según la defensa fue escrita ocho meses antes de los asesinatos.
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Los familiares de Lyle y Erik argumentan que, con el entendimiento actual sobre el abuso sexual y el trastorno de estrés postraumático (TEPT), el resultado del juicio habría sido diferente. «Si este caso se viera hoy, no tengo duda de que la sentencia habría sido distinta», afirmó Anamaria Baralt, sobrina de José Menéndez.
La oficina del fiscal está revisando el caso, evaluando el comportamiento de los hermanos durante su tiempo en prisión y la nueva evidencia presentada. La próxima audiencia está programada para el 26 de noviembre.