Los familiares de Raymond Mattia, un hombre de 58 años de edad que recibió nueve impactos de bala por parte de agentes de la Patrulla Fronteriza exigen justicia y consideran que acabaron con su vida de forma despiadada, sin tener en cuenta sus derechos constitucionales.
El suceso en donde Mattia perdió su vida se registró en el desierto de Arizona cuando los funcionarios llegaron al lugar tras responder a una llamada de emergencia en donde se les indicó que se habían realizado disparos.
Mattia iba camino a su casa en medio de la oscuridad de la noche cuando los funcionarios le ordenaron levantar las manos, solicitud que él cumplió de forma inmediata, pero antes intentó sacar del bolsillo, su teléfono celular, generando confusión en los policías.
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Ante esta situación los agentes abrieron fuego y Mattia cayó al suelo, dejando ver, que lo que sacó era el móvil y no un arma de fuego, según reseñó Telemundo.
Annette Mattia, la hermana del occiso, afirmó que, si la policía le hubiese dado la oportunidad de hablar antes de dispararle, aún estuviera con vida, ya que explica que era un hombre que no representaba amenaza alguna.
“Si hubieran hablado con él, las cosas habrían sido muy diferentes porque no era una amenaza”, precisó.
Por su parte, Yvonne Nevarez, de 43 años, hija de la víctima señaló que su padre “no merecía morir así” y que, aunque han denunciado el caso, los fiscales federales ya han dicho que no habrá cargos penales.
Recientemente, la Corte Suprema emitió un fallo en contra de la denuncia y ahora suman su situación a las de muchas personas, que acusan los agentes de la Patrulla Fronteriza de usar fuerza excesiva y de cometer violaciones constitucionales.