Hooters anunció el lunes el cierre de varios restaurantes con bajo desempeño, convirtiéndose en la última cadena de comida informal en declarar clausuras debido a las dificultades generales del sector.
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En este contexto, explicó que estaba «bajo la presión de las condiciones actuales del mercado», pero añadió que los nuevos establecimientos seguirán operando tanto a nivel nacional como internacional. No respondió a la pregunta sobre cuántos locales se verán afectados, reseñó Telemundo 51 en su sitio web.
«La marca de 41 años se mantiene resiliente y relevante,» dijeron en un comunicado.
Los cierres fueron reportados inicialmente por National Restaurant News, que informó que al menos un tercio de todas las cadenas de restaurantes de marca terminaron en 2023 con menos ubicaciones que al inicio del año.
Comer fuera de casa en Estados Unidos enfrenta varios desafíos. Por un lado, las quejas sobre los elevados precios en las cadenas de comida rápida han perjudicado a grandes compañías como McDonald’s (cuyo valor en el mercado ha caído un 13% en lo que va del año), Burger King y la empresa matriz de Popeyes, Restaurant Brands International (con una disminución del 9%).
En una reciente reunión de presentación de resultados, el CEO de Darden Restaurants, la compañía matriz de Olive Garden, mencionó haber detectado señales de que los clientes de restaurantes de comida rápida están migrando hacia opciones más casuales.
No obstante, esta tendencia se contradice con una serie de cierres significativos en la industria de restaurantes informales. Por ejemplo, Applebee’s anunció en mayo que cerraría al menos 35 ubicaciones este año. Red Lobster está lidiando con dificultades financieras, mientras que Cracker Barrel ha experimentado una caída del 43 % en sus acciones este año. Además, Outback Steakhouse y sus cadenas asociadas Carrabba’s Italian Grill y Bonefish Grill han registrado un total de 41 cierres en lo que va del año.
En términos generales, el gasto en restaurantes ha disminuido en cuatro de los últimos seis meses, según datos del censo sobre ventas minoristas, marcando la primera vez que esto ocurre desde el inicio de la pandemia.
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El incremento de los costos en los restaurantes apenas muestra señales de desaceleración, a diferencia de los precios de los alimentos. Según la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos (BLS), el costo de «comer fuera de casa» ha aumentado más del 25% desde el inicio de la pandemia de Covid-19, y subió otro 4% en mayo, en comparación con un incremento de solo el 1% en los precios de los alimentos.