Decenas de migrantes llegan en autobús a Washington, algunos con niños en brazos, en busca de un mejor futuro; pero muchos de ellos terminan durmiendo en las calles o en la central de buses.
Según testimonios recogidos por Telemundo, a los migrantes les dicen en la frontera en Texas que suban a unos autobuses y ni siquiera les preguntan para dónde van.
Les prometen que recibirán ayuda en Washington, pero solo atienden a grupos familiares y a personas con niños, mientras que a los jóvenes o solteros les piden que sigan «por su cuenta» porque no hay recursos.
Las instituciones humanitarias tratan de hacer lo que pueden ante la falta de apoyo de las autoridades, informó Voz de América. Los refugios en la capital están llenos y no se sabe cuándo llegarán más autobuses, pero los activistas se preparan para lo peor porque consideran que el flujo migratorio no va a parar.
Esta semana, han detenido a múltiples grupos masivos de indocumentados. El gobernador Abbott aseguró que Texas está usando todas sus herramientas para hacer el trabajo que no hace el gobierno de Joe Biden de reforzar la frontera.