El informe anual de los servicios de inteligencia de Estados Unidos (EEUU) sobre posibles amenazas que puede enfrentar el país el próximo año, advierte cómo los efectos de la pandemia del COVID-19 contribuirán a exacerbar las “crisis humanitarias y económicas, disturbios políticos y la competencia geopolítica”.
El documento además señala la forma en que “los regímenes autoritarios” explotarán con más frecuencia las herramientas digitales para “vigilar a sus ciudadanos, controlar la libertad de expresión y censurar y manipular la información para mantener el control sobre sus poblaciones”.
En cuanto al tema migratorio el reporte resalta la profundización de las causas que la impulsan, y dentro de éstas menciona “las disparidades económicas y los efectos del cambio climático y los conflictos”.
Por su parte, la pandemia del COVID-19 toma especial relevancia como una de las raíces que alientan y alentarán los flujos migratorios y refugiados. Así como los desplazamientos internos.
Según el dossier, la pandemia que ya impactó los sistemas de salud en diferentes partes del mundo, traerá nuevas emergencias sanitarias y aumentará las tensiones a medida que los países compiten por los recursos. Las consecuencias económicas en los países en desarrollo han sido especialmente graves, con la inseguridad alimentaria en todo el mundo en su punto más alto en más de una década.
“Ningún país se ha salvado por completo, e incluso cuando haya vacunas distribuyéndose ampliamente a nivel mundial, las réplicas económicas y políticas se sentirán durante años”, advirtieron los funcionarios de inteligencia.
Asimsimo, la inteligencia estadounidense prevé que el hemisferio occidental “verá puntos calientes de volatilidad” este año debido a que será un año electoral para países como Honduras y Nicaragua, donde hay un nivel de polarización muy alto.
Con informaciónde Voz de América