Teherán calificó de «ataque terrorista» las recientes operaciones norteamericanas contra grupos proiraníes en Siria, efectuadas en respuesta a un ataque con dron que mató el pasado jueves a un contratista estadounidense.
Al menos 19 personas murieron en esos ataques realizados la noche del jueves al viernes en el este de Siria, según el último balance del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una oenegé.
En un comunicado publicado la noche del sábado, el ministerio iraní de Relaciones Exteriores denunció «el ataque terrorista y beligerante del ejército norteamericano contra objetivos civiles» en la región siria de Deir Ezzor.
«Estados Unidos mantiene una presencia militar ilegal y sigue ocupando distintos lugares de Siria y atacando objetivos diversos, lo que supone una violación de las leyes internacionales», añadió el portavoz del ministerio, Naser Kanani, citado en el comunicado.
Washington dijo haber golpeado en respuesta a un ataque con dron el jueves, en el que murió un contratista norteamericano y resultaron heridos seis compatriotas suyos, entre ellos cinco soldados y otro contratista, según indicó el Pentágono.
Dicho dron era según Washington «de origen iraní» y golpeó el jueves cerca de Hasake, en el noreste de Siria, una base de la coalición internacional antiyihadista dirigida por Estados Unidos.
Tras los ataques, el presidente norteamericano, Joe Biden, matizó que su país «no busca un conflicto con Irán», si bien «está preparado para actuar con fuerza para proteger a su pueblo».
El portavoz de la cancillería iraní afirmó que «los consejeros militares de la República Islámica de Irán están presentes en Siria por pedido del gobierno sirio, y con el objetivo de ayudar al país a luchar contra el terrorismo».
Los grupos armados iraníes y sus aliados, partidarios del régimen de Damasco, están muy implantados en el este de Siria, junto a la frontera con Irak, que es además un importante punto de paso de armas.
AFP.