El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, visitaba este jueves Florida para brindar «consuelo» a los familiares de las víctimas del derrumbe de un edificio hace una semana, donde las operaciones de rescate fueron suspendidas en la madrugada por preocupaciones sobre la seguridad del lugar.
La Casa Blanca no informó si Biden, y su esposa Jill, recorrerán el sitio en Surfside, al norte de Miami Beach, donde la madrugada del 24 de junio colapsó un bloque de 12 pisos del complejo Champlain Towers South, dejando al menos 18 muertos y más de 140 desaparecidos.
A bordo del Air Force One, la portavoz adjunta de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre indicó que la primera pareja iba para demostrar su empatía a las familias desconsoladas y su gratitud a los equipos de socorristas que han trabajado día y noche revisando los escombros en busca de sobrevivientes.
«El presidente y la primera dama se reunirán con las familias que se han visto obligadas a soportar esta terrible tragedia, les ofrecerán consuelo en este momento difícil e inimaginable», dijo a periodistas.
Cuando se le preguntó sobre la disminución de las posibilidades de encontrar a alguien con vida, Jean-Pierre dijo que la Casa Blanca «esperaba lo mejor».
Dos niños, de cuatro y diez años, están entre los muertos confirmados tras el derrumbe de 55 apartamentos.
Al menos 29 latinoamericanos, de Argentina, Colombia, Paraguay, Venezuela, Uruguay y Chile, figuran entre los desaparecidos. En la lista de fallecidos hay un venezolano y una uruguaya-venezolana.
Suspensión temporal de la búsqueda
La alcaldesa del condado de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, anunció que las operaciones de búsqueda debieron ser suspendidas al amanecer y se reanudarán tan pronto como se pueda garantizar «la seguridad» de los rescatistas.
El complejo Champlain Towers South, construido hace 40 años, contaba con 136 apartamentos, pero fueron las unidades con vista al mar las que se desplomaron por razones que aún se desconocen.
«El único motivo de esta pausa son las preocupaciones sobre la estructura que sigue en pie», dijo Levine Cava en rueda de prensa, asegurando que la visita de Biden «no tendrá ningún impacto» en las labores.
Biden, que el viernes pasado declaró el estado de emergencia que habilita ayuda federal para las tareas de rescate y el auxilio a los sobrevivientes, prevé pasar unas tres horas con las familias afectadas por la catástrofe y con los socorristas.
También participaba esta mañana en una sesión informativa con Levine Cava y otros funcionarios estatales y locales.
Florida es un estado crucial en el mapa electoral de Estados Unidos, y por eso las miradas también estarán puestas en el encuentro entre Biden y el gobernador del estado, Ron DeSantis, una estrella republicana en ascenso, que ha sido promocionado como un posible candidato presidencial para 2024.
En otro giro político tras la catástrofe, el expresidente Donald Trump estaba planeando un mitin en Sarasota, Florida, el sábado.
DeSantis se ha sumado a los llamados para posponer el evento, que es parte del intento de Trump de seguir siendo la fuerza dominante en la política republicana.
Cuando se le preguntó sobre la movida de Trump, Jean-Pierre dijo que la Casa Blanca «no estaba enfocada en absoluto en el expresidente».
Un milagro improbable
Sólo un adolescente fue sacado vivo de los escombros en las primeras horas de las operaciones de socorro. Desde entonces, cada hora que pasa se disipa más la chance de un milagro.
«No se puede negar la situación actual: han pasado más de seis días desde el colapso y las posibilidades de encontrar personas con vida son escasas», dijo el miércoles Elad Edri, subcomandante de un equipo de búsqueda y rescate israelí que colabora con los socorristas estadounidenses, al igual que especialistas llegados de México.
Ya se han excavado más de 1.400 toneladas de hormigón, dijo el jueves DeSantis.
Un informe sobre el estado del complejo Champlain Towers South señaló ya en 2018 «daños estructurales importantes», así como «grietas» en el sótano del edificio.
La publicación el martes de una carta de la presidenta de la asociación de copropietarios, fechada en abril, avivó el debate sobre si el desastre podría haberse evitado.
Mientras las preguntas se acumulaban sobre las razones del desastre, sacerdotes y psicólogos trataban de calmar a los angustiados familiares y amigos de las víctimas.
«Están en el limbo, y este va a ser uno de los momentos psicológicamente más peligrosos por los que puede pasar una persona», dijo el terapeuta Raphael Poch, que llegó desde Israel con un equipo de rescatistas.
Otras nubes ensombrecen el horizonte.
Una tormenta tropical en formación en el Atlántico podría fortalecerse y golpear la costa sur de Florida la próxima semana, aunque el Centro Nacional de Huracanes ha dicho que es «demasiado pronto» para determinar el impacto.
CON INFORMACIÓN DE AFP