Un exasesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos pidió el sábado una interacción más profunda entre su país y Taiwán durante una visita a la isla autogobernada, que ha registrado un aumento de las amenazas militares de China.
John Bolton, que podría aspirar a la nominación como candidato del Partido Republicano a la Casa Blanca en 2024, apuntó en un acto proindependencia en Taipéi que los equipos de seguridad nacional de ambas partes deberían desarrollar planes de contingencia sobre la respuesta a las acciones que pueda emprender Beijing, y advirtió que hacerlo cuando se produzca el ataque sería demasiado tarde.
“Y tenemos que decir a China y Rusia cuáles serán las consecuencias si toman acciones contra Taiwán. No solo la respuesta inmediata, sino a largo plazo, para, esencialmente, apartar a China del sistema económico internacional si emprendiese acciones militares contra Taiwán o intentase lanzar un bloqueo en torno a ella”, dijo Bolton.
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Bolton, un exasesor de seguridad nacional de corte militarista del expresidente Donald Trump, inició el miércoles una visita de una semana a Taiwán. El viaje refleja la importancia de la democracia insular en la próxima campaña electoral estadounidense ante la creciente tensión entre Washington y Beijing,
Taiwán y China se separaron en 1949 tras una guerra civil que terminó con el Partido Comunista en el poder en el territorio continental. La isla nunca ha formado parte de la República Popular de China, pero Beijing dice que debe incorporarse, por la fuerza si fuese necesario.
Estados Unidos sigue siendo el principal aliado y político de Taiwán a pesar de que no mantienen una relación diplomática formal. La ley estadounidense exige a Washington que aborde todas las amenazas a la isla como cuestiones de “gran preocupación”, aunque se mantiene ambiguo sobre si movilizaría a sus tropas para colaborar en la defensa del territorio.
El viernes, el Ministerio de Defensa taiwanés afirmó que el ejército chino había hecho volar 38 cazas y otros aviones de guerra cerca de la isla. Fue la mayor exhibición de este tipo desde las maniobras en las que simuló aislar el territorio luego de la delicada reunión entre la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, y el presidente de la Cámara de Representantes estadounidense, Kevin McCarthy, el 5 de abril.
China se opone a cualquier contacto oficial entre Taiwán y otros gobiernos.
Por su parte, el Ejército Popular de Liberación chino emitió más tarde el viernes una protesta por el vuelo de un avión de patrulla antisubmarina P-8A Poseidon de la Armada estadounidense en el Estrecho de Taiwán, calificándolo como una provocación que Washington “exageró abiertamente”.
La Séptima Flota estadounidense afirmó que el vuelo del jueves se ajustaba al derecho internacional y “muestra el compromiso de Estados Unidos con un Indo-Pacífico libre y abierto”.
Voz de América