Un juez de Estados Unidos concedió la libertad incondicional el miércoles a John Hinckley, el hombre que intentó asesinar al expresidente de Estados Unidos Ronald Reagan en 1981, seis años después de haber sido liberado de un hospital psiquiátrico.
La corte dictaminó que tras varias décadas de tratamiento y de revisiones psiquiátricas, Hinckley ya no es una amenaza y las condiciones que le fueron impuestas tras su liberación serán retiradas el 15 de junio.
Hinckley, de 67 años, disparó a Reagan y a otras tres personas con un revolver afuera de un hotel de Washington el 30 de marzo de 1981, alegando que lo hizo porque quería impresionar a la actriz Jodie Foster, con la que se obsesionó después de ver el filme «Taxi Driver.»
Las cuatro víctimas del atentado sobrevivieron, aunque el secretario de prensa de Reagan James Brady quedó parcialmente paralizado y en silla de ruedas.
En el juicio en 1982, Hinckley fue encontrado no culpable con base en su condición psicológica y enviado al hospital St. Elizabeths, una institución psiquiátrica en Washington donde estuvo 34 años.
En septiembre de 2016 fue liberado pero obligado a vivir con su madre anciana en una comunidad cerrada en Williamsburg, Virginia, bajo una larga lista de restricciones, que incluían controlar sus movimientos y monitorear sus dispositivos electrónicos y cuentas en línea.
También le fue prohibido contactar a Foster o viajar a cualquier área donde un actual o antiguo presidente, vicepresidente o miembro del Congreso pudiera estar presente.
Tampoco podía hablar con los medios de comunicación o publicar un escrito o un souvenir en internet, o mostrarlos en persona sin autorización.
Un informe del gobierno sobre Hinckley presentado en el tribunal el 19 de mayo decía que su estado mental «permanecía estable» y que su enfermedad psiquiátrica había estado en «completa y sostenida remisión por décadas».
«No ha reportado o exhibido ningún síntoma psiquiátrico consistente con un estado de ánimo, ansiedad o desorden psicótico», según el reporte.
AFP.