Las empresas de Estados Unidos ven «signos de ralentización de la demanda» a medida que crecen las inquietudes ante el riesgo de recesión en el país, según el Libro beige del banco central estadounidense (Reserva Federal, Fed) publicado el miércoles.
«La mayoría de los distritos registraron una merma de las gastos de consumo» a causa de los precios todavía altos de la alimentación y de la energía que erosionan los ingresos de los hogares, subrayó la Fed en su sondeo a empresas realizado entre mediados de mayo y mediados de julio.
Así también, «importantes aumentos de precios fueron reportados en el conjunto de todos los distritos en todas las etapas de consumo», detalla.
La publicación de su Libro beige coincide con la hecha hoy por el Departamento de Trabajo del índice de precios al consumidor (CPI), que mostró el miércoles que la inflación continuó escalando en junio, alcanzando un 9,1% en doce meses, contra el 8,6% de mayo.
Esta fuerte progresión de los precios debería incitar a la Fed a continuar el aumento de sus tasas de interés de referencia que viene aplicando desde marzo con el objetivo de calmar el alza de precios.
La Fed volvió a subir sus tasas en tres cuartos de punto porcentual en junio, su subida más fuerte desde 1994.
De cara a la perspectiva de una desaceleración de la demanda, cinco de los 12 distritos de la Fed notaron inquietudes entre las empresas por «un riesgo creciente de recesión».
«Al igual que el informe previo, las perspectivas de crecimiento económico eran principalmente negativas en los distritos», explica la Fed. Las empresas encuestadas esperan así «un debilitamiento adicional de la demanda a lo largo de los próximos 6 a 12 meses».
Con respecto a los salarios, las empresas continúan registrando alzas en la mayoría de los distritos. La mayoría ha informado de subidas salarias por encima de la media, mientras que otras «consideran poner en marcha importantes aumentos en el corto plazo», según la Reserva Federal.
Aún con las condiciones del mercado de trabajo tensas para las empresas, «casi todos los distritos notaron mejoras modestas en la disponibilidad de la mano de obra en un contexto de demanda más débil de trabajadores», en particular entre las grandes empresas manufactureras y de construcción que participaron en el sondeo.
Sin embargo, la actividad manufacturera permanece «disminuida», con muchos de los distritos reportando que «las perturbaciones de la cadena de aprovisionamiento y la escasez de mano de obra siguen frenando la producción».
Debido a los niveles de inventario bajos, el sector automotriz continuó registrando niveles de «estancamiento» de las ventas de nuevos vehículos.
Por su parte, las empresas de hotelería y turismo han subrayado que la actividad turística es «sólida», destacando también un alza en los viajes de negocios y de grupos.
AFP