Texas, regido por duras políticas hacia el aborto, ahora quiere implementar una nueva restricción contra ese procedimiento médico, la cual consta de imposibilitar el traslado a otros estados para practicarse la interrupción del embarazo.
«Texas tiene que ser líder en poner fin al aborto en todos los estados de EE.UU. Tenemos muchos por pelear antes de que pase, pero estamos listos para la pelea», dijo Mark Lee Dickson, fundador de un movimiento antiaborto.
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De esta forma, buscan criminalizar el uso de vías públicas para llegar a territorios donde se practique. De hecho, ya ganaron la adopción de dicha norma en dos ciudades y dos condados texanos.
«El que trafica a la mujer embarazada a través de fronteras estatales hacia México, podría ser demandado por facilitar un aborto», añadió Lee Dickson, según el reporte de Voz de América.
Ante esto, organizaciones proaborto han reiterado su preocupación ante medidas que bloquean el acceso a procedimientos seguros.