Los legisladores republicanos de Texas votaron por abrumadora mayoría a favor de destituir al fiscal general de este estado al sur de Estados Unidos por cargos de corrupción, y fue suspendido de su puesto hasta que se enfrente a un juicio en el Senado.
La destitución temporal del fiscal general Ken Paxton marcó la sorprendente caída de un ardiente defensor del expresidente Donald Trump y con un perfil nacional en ascenso.
Tras un debate que duró toda la tarde, los legisladores que consideraban la destitución de Paxton votaron 121 a favor, 23 en contra y dos no votaron.
«La evidencia es sustancial. Es alarmante y desconcertante», dijo el legislador republicano Andrew Murr.
Paxton no retrocedió a pesar de la abrumadora votación en su contra. «Lo que acabamos de presenciar es ilegal, poco ético y profundamente injusto», tuiteó Paxton tras la votación.
Trump acudió a su plataforma Truth Social y dijo que quienes impugnaron a Paxton eran «demócratas radicales de izquierda» y «RINOs», es decir republicanos sólo de nombre.
Los 20 artículos del juicio político contra Paxton fueron por corrupción, malversación de fondos públicos, incapacidad para el cargo y obstrucción de la justicia.
La acusación alegaba que Paxton presionó a su personal para que protegiera a un amigo y donante de ser procesado.
A cambio, el donante dio un trabajo a una mujer con la que el republicano tuvo una relación extramarital y financió obras en su casa, afirmaba el documento.
No está claro de momento cuándo el Senado, liderado por republicanos, sometería a juicio a Paxton. Su destitución permanente requeriría el voto de dos tercios del Senado.
Aunque el resultado es incierto, Paxton, de 60 años, ha visto cómo su apoyo se evaporaba entre los republicanos en los últimos días, incluido el del gobernador Greg Abbott, que declinó apoyar al fiscal general ultraconservador en el periodo previo a la votación.
Abbott, también partidario de Trump, deberá nombrar ahora un sustituto temporal para Paxton.
Elegido en 2014 para dirigir la judicatura de Texas, Paxton fue acusado de fraude financiero en 2015 y su juicio está pendiente. Esto no le impidió ganar la reelección en 2018, y de nuevo en 2022.
En 2020, miembros de su equipo habían advertido de su abuso de poder y fueron despedidos. Estos «informantes» presentaron posteriormente una demanda por despido improcedente.
A principios de este año, Paxton llegó a un acuerdo para poner fin a sus demandas a cambio de 3,3 millones de dólares.
Paxton había pedido a Texas que pagara la factura, lo que dio lugar a una investigación de la comisión del Congreso y a la votación de destitución que supuso su suspensión del cargo.
Paxton es ahora el tercer funcionario activo sometido a juicio político en la historia de Texas, y el primero desde 1975.
AFP.