Estados Unidos espía a instituciones de seguridad de México, denunció el presidente Andrés Manuel López Obrador, tras una filtración de documentos del Pentágono que señalan supuestas tensiones entre el Ejército y la Marina.
«No se pueden estar utilizando actos de espionaje, además, para saber qué están haciendo nuestras instituciones de seguridad y, además, con la arrogancia de filtrar la información al Washington Post», comentó en su habitual rueda de prensa.
Según los documentos clasificados citados por ese diario, las autoridades estadounidenses evaluaron las implicaciones de una ley mexicana que ordena al Ejército vigilar y proteger el espacio aéreo del país.
De acuerdo con la evaluación, esa facultad puede hacer que empeoren las tensiones entre la Marina y el Ejército, lo que podría «exacerbar su rivalidad existente y menoscabar su capacidad para llevar a cabo operaciones conjuntas».
Ambas instituciones ejecutan tareas de seguridad en México, golpeado por una vorágine de violencia desde 2006, cuando el gobierno de ese entonces lanzó un polémico operativo antidrogas con participación de los militares que deja más de 350.000 muertos.
El diario asegura que no había indicaciones de que esos documentos provinieran de escuchas telefónicas de Estados Unidos.
Los papeles son parte de los archivos clasificados de Washington que aparecieron en la red social Discord y que en su mayoría estaban dedicados a la invasión rusa de Ucrania.
Horas después de su intervención, el presidente mexicano recibió en su despacho al embajador de Estados Unidos, Ken Salazar, quien salió de la reunión sin dar declaraciones a la prensa.
López Obrador dijo también que su gobierno buscará fijar las condiciones de colaboración con la DEA, luego de que la agencia antidrogas estadounidense anunciara que había infiltrado el círculo de los hijos del encarcelado narcotraficante Joaquín «Chapo» Guzmán, a quienes Washington acusó el pasado viernes de traficar fentanilo.
Una reforma a la ley de Seguridad Nacional limitó en 2021 las operaciones de los agentes extranjeros en México, en medio de denuncias sobre supuestos nexos entre algunos de esos funcionarios y narcotraficantes, y luego de que más de 2.000 armas terminarán en manos de criminales tras un fallido operativo de rastreo estadounidense entre 2006 y 2011.
«No pueden haber agentes extranjeros en nuestro país. No. Podemos compartir información, pero son los elementos del Ejército mexicano, la Marina, de la Guardia Nacional los que pueden intervenir», afirmó el mandatario izquierdista.
Al referirse a los cargos que Estados Unidos imputó contra 28 personas, incluidos cuatro hijos de Guzmán conocidos como «Chapitos», López Obrador reiteró que el fentanilo -un opiáceo sintético- no se produce en México, y aseguró que se debería poner atención a los cárteles que distribuyen droga al interior de Estados Unidos.
«No hay que estar nada más viendo lo que sucede en Sinaloa o en México, sino también lo que pasa allá, los carteles de allá, ¿cómo es que distribuyen el fentanilo en Estados Unidos?», cuestionó.
AFP.