El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva llega este jueves a Washington con un objetivo: asegurarse de que Joe Biden se comprometa a ayudarle a «dejar de lado el fantasma de la ultraderecha», declaró a la AFP la analista Monica de Bolle.
El comercio, la economía y todo lo demás es «secundario», afirma esta economista e investigadora del Peterson Institute for International Economics de Washington, experta en Brasil.
Pregunta: Lula llega un mes después de los ataques de bolsonaristas a los edificios de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema y es probable que pida apoyo a Biden, pero ¿qué puede hacer concretamente Estados Unidos por él?
Respuesta: El principal motivo de esta visita es hablar de fortalecer la democracia, tener el apoyo del gobierno estadounidense. No van a tratar temas comerciales, es casi exclusivamente para que le pida el apoyo que necesita internamente para dejar de lado el fantasma de la ultraderecha y en especial de los militares.
En este contexto es muy importante durante las investigaciones mapear a quienes financiaron los ataques del 8 de enero. Hay empresas e individuos que tienen activos aquí, en Estados Unidos, creo que Lula pedirá ayuda para congelarlos.
P: Las autoridades brasileñas descartaron que Lula y Biden aborden la situación del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro por ser un tema, dicen, de los servicios migratorios estadounidenses. ¿Le parece un error político?
R: Es complicado, porque el problema es que Bolsonaro ha conseguido una cantidad enorme de votos. Cualquier cosa puede ser percibida como una persecución por parte de Lula o una intervención por parte del gobierno estadounidense. Es posible que hablen de ello, pero sin acciones concretas. No es un error, es una cautela, necesita mucha cautela.
P: China es el gran rival estratégico de Washington, pero el principal socio comercial de Brasil. ¿Se halla Lula entre dos fuegos?
R: Lula necesita la ayuda de Estados Unidos en democracia, pero para la economía necesita a China. Está en la cuerda floja, y ahora con los globos chinos se ha complicado aún más la situación. Lula es un político y un negociador muy, muy hábil y a Biden le interesa una relación cercana con este gobierno, necesita construir un puente. Habrá algún aviso y mención pero suave.
P: El medio ambiente es una prioridad para ambos gobiernos ¿qué tipo de cooperación debería forjarse?
R: En este momento lo más importante es tener apoyo respecto a las instituciones, solidez, el compromiso de que Estados ayudará a Brasil en lo que necesite. No ha habido ningún momento de la historia reciente en el que un presidente tenga que recurrir a las grandes democracias del mundo para pedir apoyo porque siempre ha solucionado sus problemas solo. Ahora la situación es muy diferente, Lula no puede estar solo, necesita legitimación.
Esto es lo principal y el resto es secundario. La cuestión medioambiental surgirá, están alineados en lo necesario, pueden anunciar grupos de trabajo en varios temas, quizá en este, pero poco más.
P: Pese a la buena sintonía persisten los desacuerdos, por ejemplo sobre la guerra en Ucrania. Brasil condena la invasión rusa, pero no ha impuesto sanciones a Moscú. ¿Cree que debería cambiar de estrategia para alinearse con Washington?
R: La construcción de los BRICS (NDLR: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) es un tema importante para Lula, pero las condiciones democráticas lo son todavía más. Si Biden le pide que cambie de posición creo que Lula estaría abierto a pensárselo.
AFP