Miami ocupó entre el tercer lugar entre las 44 grandes ciudades de Estados Unidos que sufren el “efecto de isla de calor urbana”, según un reciente estudio de la organización sin fines de lucro, Climate Central.
Así se denomina al aumento de las temperaturas específicamente en áreas metropolitanas a causa de la construcción de edificios y carreteras que reemplazan a la vegetación natural.
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La importancia de este fenómeno radica en que puede comprometer la habitabilidad de las ciudades y elevar el riesgo de complicaciones de salud relacionadas con altas temperaturas, según indicó Axios. Pero eso no es todo: también se traduce en un consumo energético mayor, con el consecuente aumento en los costos, debido a la necesidad de los ciudadanos de usar aire acondicionado para refrescarse.
Un aspecto preocupante del estudio es que revela que los barrios de bajos recursos son los más afectados por este fenómeno, lo cual denuncia la existencia de una desigualdad climática. Las áreas más adineradas tienden a tener mayor cantidad de vegetación y menos concentración de inmuebles, lo que las protege parcialmente de este efecto.
En el informe de 2023 sobre puntos preocupantes de calor en las ciudades, Climate Central presenta el índice de isla de calor urbana (UHI). Esta métrica da cuenta de cuánto más cálidas resultan ciertas zonas debido a las infraestructuras humanas.
En el caso de Miami, el UHI promedio es alarmantemente alto: suma 8,3 °F (4,6 °C) a la temperatura ambiente de la región donde se encuentra la metrópolis. En algunos barrios, como Brickell y Edgewater, donde predominan edificios altos y hay escasez de árboles, este índice se dispara a 12 °F (6,7 °C).
Con información de Infobae