Estudiada y traducida desde hace 30 años en Estados Unidos, la ganadora este año del Premio Nobel de Literatura, Annie Ernaux, fue homenajeada el lunes en Nueva York, en el centro cultural francés.
La escritora francesa, figura destacada del feminismo y comprometida con la izquierda, laureada el jueves por el comité del Nobel por «la valentía y la acuidad clínica» de su obra en gran medida autobiográfica, conversó durante una hora sobre la creación literaria, en una conferencia con la novelista estadounidense Kate Zambreno.
Al menos 300 personas, entre ellas una mayoría de mujeres, la ovacionaron en la Villa Albertine de Nueva York.
«He sido absolutamente nutrida de literatura desde la infancia. Tan lejos como puede buscar, sé que la lectura, los libros, forman parte de mi vida. Soñé mi vida primero con los libros», declaró Ernaux, de 82 años, cuyas palabras en francés fueron traducidas en inglés por un intérprete, ante un público francófono y anglófono.
La escritora es estudiada desde hace años en los círculos intelectuales y universitarios estadounidenses.
Su obra es considerada como una radiografía de la intimidad de una mujer que fue evolucionando con los cambios de la sociedad francesa desde la posguerra. En una veintena de obras analiza el peso de la dominación de las clases sociales y la pasión amorosa, dos temas que marcaron su itinerario de mujer rota debido a sus orígenes populares.
Una de las mujeres presentes en la ceremonia le agradeció por haberla hecho «entrar en feminismo», en particular gracias a la lectura de su novela autobiográfica sobre el aborto llamada «El acontecimiento» (2000).
Ernaux también presentó el lunes, junto con su hijo David Ernaux-Briot, su documental familiar «Les années Super-8» («Los años super-8») en el Festival de Cine de Nueva York.
AFP