Según un reportaje de The New York Times, la comunidad venezolana en Estados Unidos enfrenta una prueba crucial sobre su peso político tras la decisión del expresidente Donald Trump de poner fin al Estatus de Protección Temporal (TPS) para más de 300.000 migrantes venezolanos.
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En Florida, donde los republicanos han cortejado activamente a los votantes de origen venezolano con discursos contra el socialismo y a favor de la ley y el orden, el fin del TPS ha generado sorpresa y frustración.
En ciudades como Doral, donde cerca del 40 % de los residentes son venezolanos, los líderes locales han aprobado resoluciones instando a la Casa Blanca a revertir la decisión o buscar alternativas para permitir que los beneficiarios del programa permanezcan legalmente en el país.
A pesar de la controversia, muchos votantes venezolanoestadounidenses siguen apoyando a Trump, intentando equilibrar su respaldo a políticas migratorias estrictas con la necesidad de una solución para los migrantes protegidos por el TPS.
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La comunidad busca ahora convencer al gobierno de revertir su postura antes de que la medida afecte a miles de familias en abril.