El secretario de Defensa Lloyd Austin, dijo el martes que la idea de juzgar fuera del mando militar los casos de violencia sexual que involucren a miembros de las fuerzas armadas estadounidenses.
Austin había designado una comisión independiente para presentar sugerencias para que los autores de actos de violencia sexual en el ejército fueran enjuiciados de manera más eficaz.
Al indicar en un comunicado que había recibido las recomendaciones de la comisión, Austin se comprometió a «trabajar con el Congreso para enmendar el Código de Justicia Militar, retirando los procesamientos por agresión sexual de la cadena de mando militar».
La comisión «recomendó la inclusión de otros delitos sexuales dentro de este sistema de justicia independiente, incluida la violencia doméstica», agregó Austin.
«Yo también la apoyo, en vista de la estrecha correlación entre este tipo de delitos y la frecuencia de las agresiones sexuales», aseveró Austin.
Una decena de oficiales fueron expulsados el pasado mes de diciembre tras una serie de asesinatos en una importante base militar estadounidense, entre ellos el de Vanessa Guillén, una soldado de 20 años que desapareció el 22 de abril tras ser víctima de acoso sexual.
Vanessa Guillén le había dicho a su familia que no confiaba en la jerarquía militar para dar seguimiento a una denuncia de acoso sexual, y sus familiares habían dudado públicamente de la determinación de los militares de investigar su desaparición, hasta que finalmente se descubrió su cuerpo desmembrado el 30 de junio.
Desde entonces, se ha instado al Pentágono a que retire las decisiones sobre delitos sexuales de la cadena de mando, pero el ejército estadounidense se ha resistido hasta ahora, citando la necesidad de mantener el control sobre la disciplina dentro de las filas.
La senadora demócrata Kirsten Gillibrand propuso un proyecto de ley que le quitaría a la jerarquía la decisión de enjuiciar los delitos de carácter no sexual, pero Austin no hizo referencia a esta propuesta en el comunicado.
Con información de AFP