El presidente de la Universidad de Virginia, James Ryan, renunció este viernes a su cargo luego de una campaña de presión por parte de la administración Trump.
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«A la comunidad universitaria: Les escribo, con gran pesar, para informarles que he presentado mi renuncia como presidente de la Universidad de Virginia. Para resumir, me inclino a luchar por lo que creo, y creo profundamente en esta universidad. Pero no puedo tomar una decisión unilateral de luchar contra el gobierno federal para salvar mi propio trabajo», informó en un comunicado publicado en X.
«Hacerlo no solo sería quijotesco, sino que parecería egoísta y egocéntrico ante los cientos de empleados que perderían sus trabajos, los investigadores que perderían su financiación y los cientos de estudiantes que podrían perder la ayuda financiera o ver sus visas retenidas. Esto es especialmente cierto porque había decidido que el próximo año sería mi último, por razones completamente ajenas a este episodio, incluyendo el hecho de que concluimos nuestra campaña de capital y hemos implementado casi todas las iniciativas principales de nuestro plan estratégico», agregó.
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Si bien hay principios muy importantes en juego aquí, James Ryan dijo que en la práctica estaría luchando por mantener su trabajo un año más, mientras que consciente y voluntariamente sacrificaría a otros en esta comunidad.
«Si esto no estuviera tan claramente ligado a mí personalmente, podría haber seguido un camino diferente. Pero no podría, en conciencia, causar daño real y directo a mis colegas y a nuestros estudiantes para preservar mi propio puesto», resaltó.
Por último, afirmó que fue un honor ser presidente de la universidad y agradeció las muestras de apoyo de los últimos días y semanas.
— Jim Ryan (@presjimryan) June 27, 2025