evtv
EE.UU

Presión de EE.UU para una salia abrupta de Maduro se ha agotado

Estados Unidos ha cambiado el paso en relación a Venezuela. El momento de la máxima presión para una caída abrupta del régimen chavista se ha agotado sin el resultado esperado, así lo reseña un artículo de ABC.

Todo indica a que ahora las circunstancias conducen a una negociación entre las partes, según advertían los últimos días en Washington diversas fuentes consultadas.

Se ha peribido cierta tibieza de la mayor parte de la comunidad internacional a la hora de jugar a fondo la carta del reconocimiento a Juan Guaidó dio aire a Vladimir Putin para pujar fuerte por Nicolás Maduro y con ello este mantuvo el respaldo del Ejército.

Donald Trump ya ha reconducido la situación sugiriendo que Rusia ha dejado de ser una amenaza ante la cual EE.UU. deba actuar. Su «tuit» diciendo que los soldados rusos habían abandonado Venezuela tenía esa finalidad. En realidad ese personal militar va y viene, y si en un momento dado un grupo mayor de ellos salió del país fue por falta de pago. El mensaje de Trump obligó a Maduro a pagar rápidamente el monto debido, ante el riesgo de que los generales chavistas asumieran que Putin le había dejado solo. Por su parte, Maduro ha señalizado esa recobrada «normalidad» abriendo de nuevo las fronteras con Colombia y Brasil, mientras que Guaidó, reticente a una negociación, ya ha admitido la posibilidad de un proceso encauzado desde Noruega.

En esa negociación, avalada internacionalmente en un proceso que para que llegue a buen fin debe ser más amplio y riguroso que las experiencias anteriores en la República Dominicana, Maduro puede lograr su máximo objetivo –mantenerse en el Palacio de Miraflores hasta la celebración de nuevas elecciones presidenciales; es decir, sin darse el cese inmediato de la usurpación, como reclama Guaidó–, mientras que la oposición puede aspirar a lo debería ser su absoluta línea roja: obligar a unas elecciones transparentes (mediante un consejo nacional electoral abierto, sin uso de máquinas de votación, con registro electoral revisado y público).

Tras el fracaso de la acción del 30 de abril, que iba a suponer el derrocamiento de Maduro, Washington ya ha desistido de provocar la marcha inmediata del líder chavista. Además de la dificultad de volver a conjuntar una conspiración interna contra Maduro, como la que había implicado al ministro de Defensa, Vladimir Padrino, y al presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Maikel Moreno, la cuestión es que el propio Trump ya ha perdido interés en forzar algo que ha demostrado ser más complicado de lo que le aseguraban John Bolton, consejero de Seguridad Nacional, y otros colaboradores.

Con información de ABC