Tras la victoria de Donald Trump en las primarias de Nuevo Hampshire se pone en riesgo el futuro de la campaña de la embajadora ante las Naciones Unidas, Nikki Haley, por la nominación republicana a las elecciones de presidenciales en EE.UU., y a la vez despeja dudas sobre una posible revancha con el demócrata Joe Biden en una carrera en la que ambos lucharán por hacerse con el voto independiente.
Con cerca del 95 % de las papeletas contadas, Trump alcanzó más del 54 % del apoyo en el estado del noreste estadounidense, que se precia de ser la «primaria inaugural en la nación». El expresidente hizo historia al ser el primer aspirante republicano en ganar tanto los caucus de Iowa como Nuevo Hampshire en una campaña abierta desde 1976.
A pesar de los apoyos que logró acumular Haley y su ascenso estable en las encuestas, el favorito Trump volvió a dominar en las urnas. La historia de los comicios en EE.UU. muestra que es muy poco probable que un precandidato que gane los dos primeros eventos de primarias no termine como el nominado de su partido.
«Es muy difícil ver cómo la embajadora Haley podría vencer a Trump», dijo a la Voz de América el politólogo y profesor de la George Washington University (GWU), Peter Loge, quien apuntó que la mayor parte del 43 % de los votos que precandidata recabó en Nuevo Hampshire provino de «aquellos que no estaban alineados con un partido político».
Los votantes «republicanos y conservadores apoyaron abrumadoramente a Trump. Otras primarias republicanas sólo están abiertas a los republicanos, lo cual es una muy mala noticia para Haley», agregó el director del Proyecto de Ética en la Comunicación Política de la GWU.
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Por otra parte, aunque no estaba oficialmente en la boleta, el presidente Joe Biden ganó las primarias demócratas no oficiales en Nuevo Hampshire gracias a una campaña para añadirlo a la hora de votar.
Biden y el Comité Nacional Demócrata decidieron romper con la tradición y favorecer a Carolina del Sur como su primera primaria oficial, el próximo 3 de febrero, debido a que este estado sureño es más diverso y representativo en comparación con el territorio noreste, que ha liderado las votaciones cada cuatro años desde hace más de un siglo.
Este resultado cimenta el liderazgo del incumbente Biden y lo ponen en el camino casi seguro a una revancha con su contrincante en las presidenciales de 2020.
VOA