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EE.UU

Seguidores de Trump todavía creen que hubo fraude electoral, a pesar de su partido

Jonathan Riches ha asistido a 40 mítines del expresidente Donald Trump y cree fervientemente que a su ídolo le robaron los votos en las últimas elecciones de Estados Unidos.

Al igual que otros miles de personas que pasaron horas en un campo polvoriento de Arizona este fin de semana para ver hablar a Trump, esa creencia es un cimiento, por mucho que la dirección del Partido Republicano desee disuadirlos.

«Amamos a nuestro presidente. Lo llamo presidente Trump porque todavía lo considero mi presidente», dijo Riches, de 44 años, a la AFP.

Riches era uno de los miles que viajó a Florence, a 100 Km de Phoenix, para el mitin del sábado. Algunos llegaron con días de antelación y viajaron largas distancias -Riches es de Tampa, Florida- para reunirse en un ambiente de fiesta con amigos de todo el país.

«Es increíble», dijo Jennifer Winterbauer, que había viajado desde Texas. «Tengo mejores amigos aquí que en mi casa. Todo el mundo es como de la familia».

En la reunión se escucharon los grandes éxitos del trumpismo: los oradores arremetieron contra el presidente Joe Biden por considerarlo un «trastornado», contra los medios de comunicación, contra las supuestas «fronteras abiertas» y contra los tapabocas y las vacunas para el covid-19.

Pero el tema dominante fueron las teorías, ampliamente refutadas, sobre el fraude electoral y la ilegitimidad de las elecciones presidenciales de 2020.

Y los republicanos de alto nivel desearían que las cosas fueran diferentes.

– «Fuertes» vs «débiles» –

El líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell, salió esta semana en defensa de su colega, el senador Mike Rounds, quien se ganó la ira de los partidarios de Trump al decir que el expresidente había perdido.

«Creo que el senador Rounds dijo la verdad sobre lo que pasó en las elecciones de 2020», dijo McConnell a CNN. «Y estoy de acuerdo con él».

McConnell ha intentado discretamente alejar al Partido Republicano de la fijación por volver a litigar las elecciones de 2020, que Biden ganó por millones de votos.

Decenas de intentos legales para anular parte de la votación han fracasado y no han surgido pruebas creíbles de un fraude electoral significativo.

Con las elecciones de mitad de mandato de 2022 en el punto de mira, McConnell quiere concentrar su fuego en el historial de Biden tras un mandato difícil, con la persistencia del covid, la inflación en aumento y las estanterías de los supermercados a veces vacías por las dificultades de la cadena de suministro.

Pero el dominio de Trump sobre una parte importante de la base del Partido Republicano -y la exigencia de que se vuelvan a disputar las elecciones de 2020- lo hace difícil.

«Tenemos que abordar 2020», dijo Winterbauer, de 49 años, a la AFP. «Van a tener el mismo problema. Porque como él (Trump) dice, cuando robas un banco, te pillan. No te quedas con el dinero. Y no te vas a ir impune».

Los oradores fueron presentados al público como personas «respaldadas por Trump» y todos ellos pusieron en duda los resultados de 2020.

«Esa elección estuvo podrida hasta la médula», dijo el congresista Paul Gosar a la multitud.

Cuando Trump subió al escenario, estableció una clasificación binaria de las personas: los que suscribían sus teorías sobre el fraude eran «inteligentes» y «duros», mientras que los que no lo hacían eran «horribles» y «débiles».

El mensaje era claro: sin alinearse con las afirmaciones sobre el fraude electoral, nadie obtendrá el respaldo de Trump.

Fue música para los oídos de Will Garrity, que había viajado desde Houston, Texas. «No puedes decirme que fueron unas elecciones legítimas», dijo.

«Si realmente prestas atención a los hechos, a varias auditorías, a varias informaciones que están saliendo, lo ves. Es decir, está clarísimo».

– ‘Reenfocarse’ –

Si bien esa opinión era el común denominador en el mitin de Florence del sábado, eso no es lo que piensa el país en general.

Un sondeo de opinión de Axios-Momentive publicado este mes reveló que alrededor del 40% de los estadounidenses cree que la votación estuvo comprometida.

Eso refleja que hay una gran mayoría que quiere seguir adelante y, según el senador Mike Rounds, la incapacidad del partido para hacerlo podría perjudicarlos.

«Las elecciones fueron justas, tan justas como hemos visto. Simplemente no ganamos las elecciones como republicanos para la presidencia», dijo Rounds a ABC News la semana pasada.

«De cara al futuro, tenemos que volver a enfocarnos en lo que tenemos que hacer para ganar la presidencia», añadió.

«Y si simplemente miramos hacia atrás y le decimos a nuestra gente que no vote porque hay trampas, entonces vamos a ponernos en una enorme desventaja».

AFP.