El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, manifestó este viernes en Washington su deseo de «fortalecer» la cooperación con Estados Unidos, que también está muy interesado en estrechar las relaciones bilaterales a pesar de las diferencias que mantienen sobre la guerra en sobre Ucrania.
Ramaphosa, que atraviesa un momento políticamente difícil en su país, se reunió primero con la vicepresidenta Kamala Harris, y será recibido luego en la Casa Blanca por Joe Biden.
«La relación entre Estados Unidos y Sudáfrica es muy importante por muchas razones», dijo Harris tras desayunar con Ramaphosa en su residencia en Washington.
La vicepresidenta estadounidense elogió las iniciativas que ambos países han tomado en conjunto «en temas como la salud, la seguridad y, por supuesto, los desafíos que plantea la crisis climática».
«El objetivo de esta visita es fortalecer la relación» entre los dos países, dijo el presidente sudafricano a periodistas, expresando además su «agradecimiento» por la ayuda que Washington brindó a su país por la pandemia de covid-19.
Washington ha redoblado sus esfuerzos en los últimos meses para estrechar sus lazos con África, donde le preocupa la creciente influencia de Rusia y China.
A principios de marzo, numerosos países africanos decidieron no votar una resolución de Naciones Unidas condenando la invasión de Ucrania.
Biden, que hasta ahora no ha estado en África, está organizando una gran cumbre en Washington en diciembre con líderes del continente. Sudáfrica, un peso pesado económico, ocupa un lugar destacado en esta ofensiva de encanto, pero el pasado pesa.
– «Historia» con Rusia –
«El panorama actual tiene sus razones y creo que nunca se debe tratar de fingir que la historia no existió», dijo esta semana la ministra de Relaciones Exteriores de Sudáfrica, Naledi Pandor, invitada por el centro de reflexión CFR en Washington.
Sudáfrica no olvida el apoyo de la Unión Soviética a la resistencia contra el régimen del apartheid, en comparación con los períodos de cooperación occidental con el antiguo régimen supremacista blanco.
«Lo que no me gusta es que me digan qué hacer. No me dejaré presionar», advirtió Pandor durante la visita de Blinken, interrogada sobre la posición de Sudáfrica frente a Rusia.
Desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero, Sudáfrica ha adoptado una posición neutral, negándose a unirse a los llamamientos de condena a Moscú.
Un alto funcionario de la Casa Blanca dijo el jueves que esperaba «escuchar las opiniones de Sudáfrica sobre cómo lograr una conclusión justa del conflicto» en Ucrania.
Otro tema delicado: China, con la que Sudáfrica tiene muy buenas relaciones.
– Carbón –
Los dos presidentes también discutirán la ayuda prometida por los países occidentales para la transición energética en Sudáfrica, señaló el alto responsable estadounidense, que pidió no ser identificado.
Sudáfrica, donde el carbón juega un papel muy importante, ha recibido la promesa de 8.500 millones de dólares de varios países desarrollados para abandonar este combustible. Pero el país teme que esta promesa de financiación aumente su deuda.
A pesar de las diferencias, los funcionarios sudafricanos dijeron estar mucho mejor dispuestos hacia Biden que hacia su predecesor republicano Donald Trump, quien durante su mandato habló de África en términos particularmente ofensivos.
«Nadie se ha disculpado por esto hasta la fecha», recordó la ministra de Relaciones Exteriores sudafricana.
AFP