Las protestas contra la violencia policial en Estados Unidos se extendieron con disturbios en varias ciudades la noche de este sábado, tras la muerte del afroestadounidense George Floyd a manos de un policía en Minnesota, aumentando los temores de que las aglomeraciones provoquen una nueva oleada de casos de coronavirus.
Las manifestaciones continuaron multiplicándose, a pesar de que el presidente Donald Trump prometiera detener »en seco» las protestas iniciadas tras el asesinato de Floyd.
Varios líderes que piden calma en las zonas donde la gente ha destrozado escaparates de tiendas y vehículos policiales, han estado distribuyendo mascarillas y advirtiendo a los manifestantes sobre el riesgo que representa no acatar las medidas sanitarias ante la propagación de la enfermedad.
Con información de Dw.com