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EE.UU

Tras Afganistán, Biden vuelve a las batallas internas de su presidencia

El verano boreal fue miserable para Joe Biden, pero con el retiro estadounidense de Afganistán, el inquilino de la Casa Blanca ahora espera relanzar internamente su atribulada presidencia.

Desde el caos inicial en el que los afganos intentaron aferrarse a los aviones norteamericanos que partían de Kabul, hasta la muerte de 13 militares estadounidenses entre los más de 100 fallecidos que dejó un atentado suicida el jueves pasado, la evacuación de la capital afgana controlada por los talibanes ha sido dura y traumática.

La interrogante de cuánto de todo esto lastimó políticamente a Biden se repite en la Casa Blanca, en el Congreso y en una nación dividida.

Biden, quien por mucho tiempo fungió como senador y fue vicepresidente durante los dos mandatos de Barack Obama (2009-2017), siempre se jactó de su experiencia en materia de política exterior.

Pero con aliados cercanos como Gran Bretaña molestos por el abrupto repliegue de Afganistán y China mofándose de la política exterior estadounidense, esa experiencia se ve ahora empañada.

Algunos republicanos exigen un juicio político y renuncias en el gobierno.

Los medios de comunicación de derecha, como la muy popular cadena Fox News, impulsan una imagen de Biden, de 78 años, como incapaz de hacer frente a una crisis.

Incluso medios generalmente más amigables como CNN se pusieron duros con el desempeño del presidente en Afganistán.

No obstante, muchos analistas piensan que el desinterés tradicional de los estadounidenses por lo que sucede más allá de sus fronteras evitará consecuencias de largo plazo para Biden.

«En general, la política exterior no es una gran preocupación, a menos que haya una crisis importante en el momento de las elecciones, como una guerra a punto de comenzar», dijo David Karol, profesor de política en la Universidad de Maryland.

«Es muy exagerada la idea de que este es el final de la presidencia», aseveró.

– Frente interno –

Con Estados Unidos fuera de los combates en Afganistán, Biden espera poder trasladar los recursos de su gobierno al frente doméstico.

Siempre tuvo la intención de reconstruir Estados Unidos, tomando prestado el enfoque de su predecesor Donald Trump de poner fin a las «guerras interminables» posteriores al 11 de septiembre para poder hacerlo.

Pero, a diferencia de Trump, Biden tiene una estrategia: un ambicioso plan para inyectar más de 4 billones de dólares en infraestructura y planes sociales del país.

Contra todas las expectativas, ambos paquetes pasaron por el Senado y ahora están pendientes de votación en la Cámara de Representantes, aún si la escasa mayoría que el oficialismo demócrata allí ostenta no garantiza su aprobación final.

Allan Lichtman, profesor de historia y política en la American University, dijo que los presidentes a menudo logran sortear, como lo hizo Ronald Reagan en la década de 1980, las crisis de política exterior.

Por el contrario, George H.W. Bush, a quien calificó como uno de los presidentes más exitosos del siglo XX en política exterior, fue derrotado por Bill Clinton después de cumplir un único mandato.

Clinton atrajo a los votantes con su famoso lema de la campaña de 1992: «Es la economía, estúpido»; algo que Biden intentará emular ahora.

– El fantasma de Afganistán –

Según Lichtman, podría funcionar.

Nuevos puentes, educación gratuita ampliada y aumento de las redes para cargar los automóviles eléctricos «significarán más para el pueblo estadounidense que Afganistán dentro de seis meses».

Claro que el plan de Biden puede no aprobarse en el Congreso. También puede terminar pagando un precio por el aumento de los contagios por la variante delta del coronavirus tras haber haber dado la sensación inicialmente de tener la pandemia bajo control.

Y James Jay Carafano, un experto en seguridad nacional del centro de análisis conservador Heritage Foundation, advirtió que Afganistán va a ser como una «plaga» para Biden.

¿Qué tal si los talibanes invitan a Al Qaida a regresar, restableciendo la asociación que dio origen a los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra Estados Unidos? ¿Qué tal si los estadounidenses que permanecen en Afganistán son tomados como rehenes?

«Esta administración no se va a librar del problema Afganistán», consideró.

Según Carafano, además de enfrentar más amenazas exteriores tras la derrota en Afganistán, Biden verá asimismo una disminución de su autoridad en casa.

«Creo que en realidad va a hacer que los problemas domésticos se vuelvan más difíciles porque la gente dirá que es muy incompetente», sentenció.

Con información de AFP