El presidente Joe Biden se ha comprometido a promulgar las políticas medioambientales más duras de la historia de Estados Unidos, pero sus planes parecen destinados a morir al nacer a causa de un senador que ha amasado una fortuna con los combustibles fósiles.
El Programa de Rendimiento Eléctrico Limpio (CEPP), de 150.000 millones de dólares –y una piedra angular en la amplia agenda nacional de Biden–, contempla recompensar a las empresas de servicios públicos que se pasen a las energías renovables y penalizar a las que no lo hagan.
Los expertos afirman que el programa reduciría la mayor parte de la contaminación por gases de efecto invernadero vinculada a la generación de electricidad, que representa aproximadamente una cuarta parte de las emisiones estadounidenses.
Pero Joe Manchin, un demócrata conservador de Virginia Occidental, rica en carbón, que preside la comisión de energía del Senado, sostiene que destinar dinero a las empresas que ya se están alejando de los combustibles fósiles es un despilfarro.
«El senador Manchin ha expresado claramente su preocupación por el uso del dinero de los contribuyentes para pagar a empresas privadas por cosas que ya están haciendo», dijo a la AFP el director de comunicaciones del senador, Sam Runyon.
«Él sigue apoyando los esfuerzos para combatir el cambio climático al tiempo que protege la independencia energética estadounidense y garantiza nuestra fiabilidad energética».
En virtud de las leyes originalmente destinadas a fomentar la cooperación entre partidos, una legislación en Estados Unidos suele necesitar el apoyo de 60 de los 100 senadores.
Sin embargo, el partido en el poder puede superar las trabas de la oposición si obtiene sólo una mayoría simple, a través de un arcano proceso presupuestario conocido como «reconciliación».
Pero, incluso con este sistema, dependen del desempate de la vicepresidencia en el Senado, que está al 50%, si no hay respaldo de la oposición. Esto significa que Manchin, quien es de centro, tiene un veto efectivo y puede hundir cualquier proyecto de ley.
Este hombre de 74 años ya se ha revelado como un voto crucial a favor o en contra del histórico y multimillonario proyecto de ley de bienestar social «Build Back Better», que contiene las disposiciones sobre el clima.
– Detener el dolor –
El estancamiento supone un dolor de cabeza para el presidente, que se prepara para acudir a Glasgow a una importante reunión sobre el cambio climático a finales de mes.
Deseoso de reconstruir la credibilidad climática de Estados Unidos, socavada por la inercia y el negacionismo del expresidente Donald Trump, Biden está desesperado por conseguir que se acuerden medidas nuevas y radicales contra el calentamiento global en Washington antes de presentarse en Escocia.
El CEPP, junto con los créditos fiscales a las energías limpias, habría constituido la mayor parte del objetivo de Biden de reducir las emisiones al 50% de los niveles de 2005 para 2030.
El estancamiento en el Capitolio mientras los demócratas controlan el Congreso y la Casa Blanca también amenaza con socavar el argumento de que el partido sabe gobernar de cara a las elecciones de mitad de mandato del próximo año.
Manchin tiene un interés personal y de larga data como senador de Virginia Occidental, el segundo estado productor de carbón después de Wyoming, según datos del gobierno, y que genera el 90% de su electricidad a partir del combustible.
Su última declaración financiera pública revela que Manchin recibió casi medio millón de dólares en dividendos de acciones de Enersystems, la empresa de corretaje de carbón que fundó y que ahora dirige su hijo.
Pero las tarifas de la energía de carbón se han duplicado con creces en la última década. Aunque cuente con el apoyo de los mineros y otros trabajadores del sector energético tradicional, Manchin no cuenta con el respaldo de todos los habitantes de Virginia Occidental.
Jim Kotcon, presidente del comité de conservación local del grupo de presión medioambiental Sierra Club, dijo que los habitantes de Virginia Occidental están sufriendo inundaciones cada vez más graves por culpa del cambio climático, y que las facturas de los servicios públicos se han disparado.
«Detengan el dolor: den prioridad a las inversiones en el pueblo de Virginia Occidental… Aprueben el proyecto de ley Build Back Better y hagan avanzar a los habitantes de Virginia Occidental», dijo en un comunicado.
La negativa de Manchin a apoyar el programa de electricidad limpia también ha provocado la reacción de sus compañeros demócratas en Washington, y algunos amenazan con hundir el proyecto de ley en su totalidad.
Sea cual sea el resultado, la administración podrá afirmar que se trata de la «mayor legislación climática que el Congreso haya aprobado jamás», dijo el ecologista y autor Bill McKibben en un blog el fin de semana. «Pero también será un fracaso».
AFP