Luego de 12 años de matrimonio, Alejandro Sanz y Raquel Perera, con quien tiene dos hijos —Dylan y Alma— anunciaron su separación el año pasado.
El divorcio había sido un rumor desde que ella lo comentó a su círculo íntimo durante la boda de Sergio Ramos y Pilar Rubio a la que acudió sola.
Un juez en Miami ordenó congelar las cuentas bancarias de Alejandro Sanz luego de que su ex pareja, Raquel Perera, argumentara en una demanda su temor a que el cantante ‘despilfarrara’ su patrimonio y no dejara nada para sus hijos, Dylan y Alma.
El propio Sanz fue quien comenzó la batalla legal contra Perera en abril pasado al presentar la demanda de divorcio en los juzgados de Pozuelo de Alarcón, en Madrid, lugar donde vive con su nueva pareja, la artista cubana Rachel Valdés.
Perera, por su parte, respondió con otra demanda en mayo, pero en Miami, que es donde la pareja vivió y donde residen sus hijos.
En la demanda, Perera exige a Sanz una pensión para sus hijos, además de dinero para gastos escolares, viajes, tutorías, campamentos, seguros médicos o dentales… Para ello solicita un pago retroactivo desde julio de 2019, considerando que el intérprete de “Corazón partío” no ha pagado lo suficiente durante este año. Eso implicaría unos 45.000 dólares al mes.
Raquel Perera exige un seguro de vida del que sea la única beneficiaria. También solicita una pensión para ella, por su dedicación y su “contribución y ayuda al éxito profesional, al reorganizar sus compañías y con su sacrificio personal” y que sea acorde con el nivel de vida que ha tenido durante esta década.
También pide en esa demanda la repartición equitativa de los bienes obtenidos durante la década juntos.